Irregularidades en la conjugación
La lengua española presenta muchos verbos regulares, por no decir que, la mayoría son de este tipo. Por tanto, siguen los modelos de conjugación más comunes. En ese sentido, los verbos: regalar, amar, caminar y estudiar, no presentan mayor dificultad para los usuarios al momento de su conjugación. Sin embargo, existe otro tipo de verbos que, inevitablemente, tienen alteraciones en el modelo de conjugación y se les conoce como verbos irregulares o defectivos. Por ejemplo: apretar, acrecentar, nevar y forzar.
En las líneas anteriores se mencionó que la conjugación de los verbos irregulares o defectivos presenta dificultades.
Algunos hablantes tienden a conjugarlos haciendo uso del modelo análogo; es decir, regular, común. Por eso, en esta ocasión se dan algunas pautas para evitar las dudas al momento de su uso.
Con relación a los verbos: apretar, acrecentar o nevar, se recomienda utilizar el mismo modelo de conjugación que el verbo «acertar». Por tanto, la «e» de la penúltima sílaba se convierte en el diptongo «ie». Así que, se dice «aprieta» y no «apreta»; «acrecienta» y no «acrecenta», «nieva» y no «neva».
En cuanto al verbo «forzar», se cambia la «o» por el diptongo «ue». En consecuencia, la conjugación en el presente de indicativo y del subjuntivo, igual que los verbos anteriores, se diptonga. Por ejemplo: Ella fuerza a su amiga para que vaya al estadio; y no Ella forza a su amiga para que vaya al estadio.
Por su parte, algunos verbos terminados en –uar o –iar pueden presentar doble conjugación en el presente o en el imperativo; es decir, hay dos formas válidas de uso. Verbigracia: adecuo o adecúo, evacuo o evacúo, licuo o licúo. Para este tipo de verbos se sugiere utilizar el modelo de conjugación previsto para el verbo «actuar». Queda a criterio del hablante uno u otro uso. Otros verbos terminados en –iar se pueden conjugar siguiendo el mismo paradigma de conjugación de los verbos «anunciar» o «enviar». Así pues, es aceptable, las formas: agrio o agrío, repatrio o repatrío, historio o historío.
Los verbos que presentan doble conjugación le dan la oportunidad al hablante, de elegir, entre un uso u otro. Asimismo, es necesario mencionar que algunos de estos usos son más frecuentes en algunas zonas que en otras.
La preferencia de alguna de estas formas, depende, de cierta manera, de la zona geográfica, la consciencia lingüística y, en menor escala, del contexto o situación comunicativa. En caso de duda con un verbo en concreto, se recomienda consultar su conjugación. Es posible visualizar la conjugación de los verbos en el Diccionario de la lengua española, disponible en línea desde hace varios años.