Diario La Prensa

Ejemplar labor de vicario de la parroquia de la Tara

El vicario de la parroquia de la colonia Tara, Albeiro Quintero, promueve acciones a favor de los pobres a través de la comunidad Solteros Profesiona­les San Alberto Hurtado

- Renán Martínez renan.martinez@laprensa.hn

No me veo haciendo otra cosa que no sea el sacerdocio, sobre todo hoy que hay crisis vocacional”

Una vez al mes va a oficiar misa al bordo de la colonia Bográn, en donde la parroquia desarrolla un programa de ayuda

Jugar fútbol le ha servido al padre Albeiro Quintero para cumplir mejor su misión pastoral como vicario de la parroquia La Santa Cruz de la colonia Tara en San Pedro Sula, pues gracias a ello ha logrado un contacto más cercano con la gente. Cuando llegó de Bolivia, hace dos años y medio, no entendía muchos hondureñis­mos de sus feligreses, pero ahora que se codea con ellos en los encuentros deportivos que realiza la Pastoral Familiar de su iglesia, la comunicaci­ón es más amigable. El religioso de 34 años se ordenó sacerdote en Colombia, su tierra natal, pero inmediatam­ente fue asignado a Bolivia de donde pasó a Honduras.

“No sabía qué significab­an palabras como maje, algo así como tonto, o cheque, que quiere decir que algo está muy bien”, manifestó el vicario.

“En el equipo juego como volante creativo, pero a veces también hago goles”, comenta el sacerdote de tez clara y barba cerrada. El fútbol lo practica desde que jugaba “potras” en las calles de su barrio Monique de Medellín. Era un niño cuando estaba en su apogeo la guerra entre el ejército y la guerrilla en Colombia, lo que motivó que se formaran muchos grupos de oración que pedían por la paz del país. Dice que ingresó en uno de esos grupos de renovación carismátic­a, integrados hasta por niños. “Allí nació mi vocación religiosa motivado por la profundiza­ción que se hacía de la Biblia en esos grupos”.

El hijo de un empleado municipal y una ama de casa, como todo hombre, pensó en formar una familia, pero Dios ya lo había llamado para que le sirviera. “El hecho de ser sacerdote no quiere decir que no sea un hombre. Muchos dicen: se va para el seminario porque no le gustan las mujeres”. Para él, ser sacerdote es un privilegio, porque su corazón no solo es para una familia sino para todos.

“Las cosas más bonitas las logro en un solo día siendo sacerdote. Por ejemplo, puedo experiment­ar la felicidad de una pareja en una boda, brindar consuelo a una persona en los momentos de dolor o escuchar a alguien que me cuente sus problemas”. No ve a los sacerdotes casándose, ni en este siglo ni en los venideros, porque el celibato siempre existirá ya que es un don de Dios para dedicar más tiempo a servirle. Además, “el 90 por ciento de los sacerdotes no se quieren casar, entonces para qué eliminar el celibato”. Como parte de la Pastoral Social, el vicario y el párroco Héctor Mario Salazar suelen visitar el bordo de la colonia Bográn, no solo para predicar sino para llevar ayuda a los pobladores y enseñarles a ser más amigables con el medio ambiente. Reveló que algo que le ha impactado es la gran cantidad de niñas embarazada­s que se ven en esos bordos, en donde además campea la pobreza.

“He sido un poco tímido, la música fuerte no me llamó la atención. En mi juventud iba a fiestas sociales, pero no me sentía pleno” Albeiro Quintero

Vicario de la parroquia La Santa Cruz, de la colonia Tara

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 ??  ?? ACTIVO. El padre Albeiro domina muy bien el balón. Desde la parroquia La Santa Cruz cumple con una misión social en el bordo de la colonia Bográn.
ACTIVO. El padre Albeiro domina muy bien el balón. Desde la parroquia La Santa Cruz cumple con una misión social en el bordo de la colonia Bográn.

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