RESIDENTES LLEVAN MENSAJES CONTRA EL RACISMO El Paso convierte su dolor en fortaleza y orgullo latino
Cientos asisten a funeral de una de las víctimas de la matanza de 22 personas para acompañar a viudo solitario
EL PASO. En esta ciudad fronteriza estadounidense se sigue honrando a las víctimas del ataque racista contra latinos de hace dos semanas, como si cada una de ellas formara parte de una misma familia, bajo la persistente amenaza de la retórica del odio.
“Esto puede volver a pasar porque no se está reconociendo que lo que lo provocó son las armas, dentro de un discurso de odio antiinmigrante alentado por un presidente de Estados Unidos”, afirmó a Efe el psicólogo forense y criminólogo Óscar Máynez.
Para el experto, lo que hace a El Paso una de las ciudades más seguras de Estados Unidos es tener una población 85 % latina, justamente lo que llevó al joven supremacista
frontera de Estados Unidos con México. El 83% de sus 680,000 habitantes son de ascendencia hispana.
blanco Patrick Crusius a viajar nueve horas en carretera para disparar contra quienes se encontraban en un Walmart donde los principales clientes son mexicanos.
En el centro comercial Cielo Vista, donde el 3 de agosto fueron asesinadas 22 personas y heridas otras 24 por tener apariencia latina, los residentes llevaron espontáneamente desde el mismo día de la matanza flores, globos, banderas de Estados Unidos, México y Texas, y letreros con mensajes contra el racismo. Cuando Margie Reckard (de 63 años) murió en el tiroteo que mató a 22 personas en un Walmart de la ciudad fronteriza de Texas el 3 de agosto, su esposo Antonio Basco pensó que tendría que enterrarla solo, según los medios locales. Por eso, el hombre de 61 años, casado con Reckard por más de dos décadas y sin familia propia, decidió que “todos eran bienvenidos” a la ceremonia, lo que fue publicado en la web de la funeraria. El resultado fue que terminó recibiendo una avalancha de unos 10,000 mensajes y más de 900 arreglos florales, algunos de lugares tan lejanos como Asia, según The New York Times.
Y el viernes, unas 700 personas esperaron en fila bajo un calor de casi 38°C para presentar sus respetos.
DOLOR.