Geniales tipos de pérgolas
Elige el material ideal para construir tu próxima pérgola y disfruta de sus ventajas
1. Aluminio. Su construcción es de las más habituales en los últimos tiempos, aunque debe confiarse a profesionales de alto nivel, pues requieren una maquinaria y una destreza superiores al manejo de otros materiales aquí recogidos. 2. Hierro forjado. Se trata de un material tratado de forma artesanal y, por tanto, mucho más caro. 3.
Madera. Existen fabricantes de pérgolas de madera laminada, que resulta mucho más estable y fácil de usar, aparte de no partirse. 4. Acero. Es más económico que el hierro y el aluminio, y sigue siendo más caro que la madera, para que te hagas una idea en el plano presupuestario. El mantenimiento de todo tipo de pérgolas y toldos para terrazas, patios y jardines depende del material del que está hecha. Estos son los tipos existentes:
Pérgolas de madera. La madera se adapta a cualquier estilo. El mantenimiento no es tan complicado como se suele pensar: solo es necesario barnizar y pintar la madera de tu pérgola con materiales de calidad.
Pérgolas de hierro forjado. Su elegancia y refinamiento está fuera de toda duda. Podrás optar por disfrutar de graciosas volutas en sus columnas y adornar con redondeces algunas partes de la pérgola.
Es importante contar siempre con maderas de calidad cuyo origen esté certificado y sea responsable con un crecimiento sostenible del planeta.
Pérgolas de acero. Su durabilidad dependerá del grosor empleado y de si está hueco o no, algo que deberás tener en cuenta, además, a la hora de llevar un mantenimiento adecuado que prevenga a la construcción de la oxidación natural (merced a una pintura antioxidación específica, aplicada de forma más regular).
Pérgolas de aluminio. El material más caro de todos. Suele venir preparado en elementos perfilados e industriales, que no se oxidan, aunque requieren una laca protectora que se puede ir degradando con el tiempo, requiriendo de una mano profesional para renovarla de forma periódica.
Pérgolas de PVC. Este ya famoso conocido en el mundo de la construcción es un habitual de la carpintería exterior. Es un plástico de aspecto muy apañado, resistente a la humedad, aunque sensible a los rayos UV, por ello una pérgola de PVC se resentirá de la intemperie transcurridos entre 5 y 10 años. Esta durabilidad menos prometedora hace también que se trate de una opción mucho más barata que las anteriores.