Hondureño vive postrado en una cama tras brutal golpiza en México
Jayson Fernández fue traído al país. Su madre lo cuida, pero está desnutrido pues son de escasos recursos
SANTA BÁRBARA. Jayson Fernández emigró de Honduras buscando alcanzar el sueño de mejorar su calidad de vida y la de su familia, pero terminó sufriendo una pesadilla en la que aún sigue atrapado.
Tras ser brutalmente golpeado en territorio mexicano, quedó postrado en una cama. Su historia fue dada a conocer por la cadena Univision.
Él se unió a la caravana migrante con el anhelo de llegar a Estados Unidos. A pesar de no llevar dinero, el joven de 19 años logró llegar hasta México. Gran parte del trayecto lo completó caminando.
Al estar en Tapachula, Chiapas, Jayson pudo encontrar trabajo y se quedó por algunos meses. Su idea era trabajar en México hasta tener suficientes recursos para seguir su camino a Estados Unidos. Sus planes fueron cortados abruptamente cuando fue salvajemente golpeado en Tapachula.
La agresión fue tal, que tuvo que ser ingresado en un hospital a la unidad de cuidados intensivos.
SITUACIÓN.
Triste llamada. El 16 de enero de este año, una tía del joven que se enteró de lo sucedido llamó a la madre de Jayson en Santa Bárbara. Al saber lo que había pasado, Silvia Leticia Paz, madre del hondureño, sin dudarlo decidió emprender el viaje hasta México para tratar de ayudar a su hijo.
A pesar de no tener dinero, llegó a Tapachula pidiendo ayuda a conductores de camiones y buses.
En el hospital don- de estaba su hijo le informaron que el joven se encon- traba en estado de coma, por lo que lo mantenían conectado con tubos para que pudiera respirar y alimentarse. “No se movía ni hablaba”, contó
Esperanza Médicos indicaron que Jayson tiene 50% de posibilidades de recuperarse, pero con el debido tratamiento.
la madre, quien decidió volver a Honduras con su hijo. Lo consiguió con ayuda económica de sus vecinos y regresó en autobús hasta Santa Bárbara.
Sin dinero. Ahora cuida a su hijo. Siete meses han pasado desde el incidente y él sigue postrado en cama y en estado de desnutrición. Por falta de recursos, su madre no lo ha podido llevar a recibir terapia ni le puede comprar la leche Ensure que el joven necesita para recuperarse, por lo que lo alimenta con licuados, usando el poco dinero que consigue. La situación se volvió más difícil para la señora, pues su esposo abandonó el hogar.
Doña Silvia también es madre de una niña, quien entre lágrimas suplica a Dios para que su hermano se recupere. “Quisiera que mi hermano se levantara de la cama”, dice la niña. Quien desee ayudar a esta familia hondureña puede comunicarse con doña Silvia Paz llamando al 9980-7425.