Morazán, sus ideales
Conmemoramos el nacimiento del héroe máximo de la patria: don Francisco Morazán Quesada. En su honor se celebra el Día del Soldado Hondureño. Los cincuenta años que vivió Morazán, nacido en Tegucigalpa el 3 de octubre de 1792 y fusilado en San José, Costa Rica, el 15 de septiembre de 1842, están unidos a la historia de Honduras y Centro América. Hablar sobre él es hablar sobre el esfuerzo por mantener la unión centroamericana, de sus continuas batallas por desterrar el conservadurismo del istmo y de un extraordinario y profundo amor por las cinco parcelas que llegó a gobernar, tanto de manera conjunta como individualmente.
La gesta morazánica atrajo, en su momento, las voluntades de otros patriotas de la región que, igual que él, entendían que Centro América unida tenía mayores posibilidades de desarrollo económico y cultural, así como una mejor oportunidad de ganarse el respeto del resto de los países, de modo que podría insertarse con más éxito en el concierto de las naciones civilizadas. Como ha sucedido con los héroes de otras latitudes, debió enfrentar los intereses de los amigos del statu
quo y de los que del fraccionamiento de la república común obtenían beneficios personales o de grupo. Como otros grandes hombres, conoció la traición de supuestos amigos y aliados, padeció cárcel y persecución, sin que por eso cejara en sus ideales, ideales que lo llevaron a la muerte.
En su testamento, ese que los hondureños casi sabemos de memoria desde que somos muy pequeños, declaró que se llevaba a la tumba su amor a Centro América; con esa frase nos dijo que su pasión por la unión sobrepasaba las barreras de la muerte. También, en el mismo testamento, se lamentó de la situación en la que quedaba la región en el momento de su fusilamiento: los antiguos estados de la federación enemistados entre sí, las posibilidades de una re-unión, como en efecto fue, cada vez más lejanas y una postración económica y cultural que parece perpetuarse.
En día como este, se exalta la figura de nuestro héroe, pero falta que se aproveche la oportunidad para conocer más a fondo su pensamiento, sus propuestas políticas, sus planes concretos para hacer de Centro América el gran país que está llamado a ser. El país por el que luchó sin cansarse y del que supo ser el soldado que toda patria aspira a tener.