El Rojo dice que pagó $100,000 para campañas
Víctor Hugo Díaz Morales, alias El Rojo, habló de la participación de oficiales de la Policía y de militares en el transporte de la droga, pero no presentó pruebas
El dinero era para apoyar la candidatura presidencial de Porfirio Lobo Sosa y para la reelección a diputado de JOH, declaró el narco que es testigo de la Fiscalía en el juicio contra Tony Hernández Impactó al jurado al confesar el asesinato de una sobrina de tres años de Don H, otro narcotraficante hondureño
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Víctor Díaz Morales, alias El Rojo, y violento exnarcotraficante, aseguró ayer en una corte de Manhattan que en 2009 contribuyó con $100,000 a la campaña presidencial de Porfirio Lobo (2010-2014) y a la reelección a diputado de Juan Orlando Hernández, actual presidente de Honduras. Díaz Morales, que vestía el uniforme azul de la prisión en la que se encuentra en Nueva York desde hace 17 meses cuando fue extraditado desde Guatemala, testifica en el juicio contra Juan Antonio “Tony” Hernández, acusado de narcotráfico, posesión de armas y de mentir a las autoridades, y que arrancó el miércoles 2 de octubre. El abogado de Hernández, Omar Malone, intentó en su turno de preguntas desacreditar al testigo acusándole de haber mentido al vincular a su cliente con el tráfico de drogas durante el tercer día del juicio en la corte federal del distrito sur en Manhattan.
En su testimonio, El Rojo aseguró que había entregado miles de dólares a Juan Antonio Hernández a cambio de información de la Policía para evitar la detención de los cargamentos y aseveró que el acusado producía su propia cocaína en Colombia con el sello TH.
El testigo, que también habló de la participación de oficiales de la Policía y militares en el transporte y seguridad de la droga, no detalló durante el interrogatorio de la Fiscalía qué cantidad aportó a cada campaña electoral, pero sí aseguró al jurado que comentó este asunto con Juan Antonio Hernández durante una reunión en 2009.
En el segundo y último día de testimonio del violento narcotraficante, este contó que tras el pago de esos $100,000 volvió a ofrecer al acusado más sobornos para Juan Orlando Hernández, que quería presidir el Congreso Nacional.
“El acusado Tony Hernández me dijo que si fuese necesario él me lo hacía saber, ya que le estaban colaborando en estos sobornos Alex Ardón, “Chande”, exalcalde de El Paraíso, Copán; Leonel Rivera y su hermano Javier Rivera y también el diputado Rodolfo Irías Navas”, dijo El Rojo ante el jurado.
Los hermanos Rivera Maradiaga fueron líderes del violento cartel Los Cachiros y colaboran con la Fiscalía estadounidense en este juicio, al igual que el exalcalde Ardón, acusado de narcotráfico. Irías Navas es diputado del Partido Nacional desde 1986.
Pruebas. Sin embargo, hasta ahora el jurado no ha visto llamadas telefónicas, videos, correos electrónicos o mensajes de texto que prueben las afirmaciones de el Rojo.
El expresidente Lobo y Juan Orlando Hernández rechazan las acusaciones y no han sido inculpados por la justicia estadounidense. El hijo de Lobo, Fabio, fue condenado en 2017 en Nueva York a 24 años de cárcel por narcotráfico.
Tony Hernández, que seguía el juicio a través de un intérprete, no mostró ninguna reacción ante las acusaciones del testigo. La credibilidad del Rojo es cuestionable. Admitió haber participado en el asesinato de 18 personas, entre ellas una niña de tres años, hija de un narco rival. El testigo de la Fiscalía aseguró que el acusado le contó en febrero de 2010 que su hermano pensaba lanzarse a la presidencia de Honduras
en las presidenciales de 2013 y que si lo lograba “se obtendría todo el poder en Honduras y no habría ningún problema con el tráfico de cocaína por territorio hondureño”. También sostuvo que en su primera reunión con fiscales estadounidenses, tras su arresto y extradición desde Guatemala,no mencionó a Tony Hernández porque tiene miedo de él y del actual presidente porque “tienen todo el poder en Honduras”. El narco contó asimismo que el acusado le vendió tres cargamentos, un total de 1,900 kilos de cocaína fabricada en su laboratorio en Colombia, que manejaba junto a su socio colombiano el “Cinco”, Rodolfo Vergara Bonifante. Por cada kilo pagaba $10,000. También detalló pagos que hacía a Tony Hernández por otorgarle información de radar sobre tráfico aéreo, retenes militares y policiales y operaciones navales, a fin de que los cargamentos de cocaína no fuesen decomisados y para evitar detenciones.
Y relató algunos regalos que hizo al acusado: un Rolex para él, otro para la esposa, dos pistolas, un toro y un caballo peruano.
El Rojo enfrenta una pena mínima de 40 años, pero podría obtener una sentencia menor, gracias a su cooperación. El lunes, al proseguir el juicio que durará de 10 a 12 días hábiles, la Fiscalía llamará al banquillo de los testigos a un profesor de Historia, al exalcalde por el Partido Nacional Alexander Ardón, que se entregó a la agencia antidrogas (DEA) en febrero, y un agente de la DEA experto en narcotráfico, Sandalio González.