Sigourney Weaver, la reina de la ciencia ficción
ENTREVISTA. Uno de los referentes femeninos más icónicos en la pantalla celebró esta semana 70 años de edad con más de 50 películas en su trayectoria
Mucho antes de que existiera una revolución en el cine sobre la equidad de género y la exigencia de roles trascendentes para las actrices, una mujer iniciaba su propia revuelta generacional en el espacio.
Por si no la conoces, su nombre es Ellen Louise Ripley, teniente de primera clase de la nave Nostromo y uno de los personajes femeninos más importantes en la historia del séptimo arte.
La actriz que le dio vida en la saga Alien, Sigourney Weaver, es considerada un ícono en Hollywood, no solo por su belleza inusual (1.82 metros, facciones rudas y un físico andrógino), sino por su capacidad actoral.
Querida. Egresada de la Maestría en Bellas Artes de la Escuela de Drama de la Universidad de Yale, Weaver fue compañera de clase de Meryl Streep y debutó en cine de la mano de Woody Allen en Annie Hall (1977).
Dos años después, el cineasta Ridley Scott la escogía de último minuto, de entre cientos de actrices, para protagonizar su ópera de terror espacial. El resto, como dicen, es historia. “Pensaba que era una película pequeña. Tenía un reparto muy reducido y un director brillante. Me gustaba el papel. Sabía que no interpretaría a Enrique V, pero sentí que sí podía dar vida a Ripley. “En el guión original, todos eran hombres. Cuando lo reescribieron, analizaron quién iba a sobrevivir y decidieron que fuera una mujer. En ese entonces nadie hubiera apostado que una desconocida podía volverse la heroína sorpresa de una historia”, recuerda la actriz en entrevista para Reuters.
Weaver, nacida en pleno Manhattan, Nueva York, se convirtió de inmediato en La Reina de la Ciencia Ficción, pionera de las heroínas de acción en el cine y primera vocera de esa revolución que parece no acabar. Con apenas 30 años, la actriz comenzó a sumar cintas que hoy soy consideradas clásicas: El año que vivimos en peligro (1982), Cazafantasmas (1984), Gorilas en la niebla
(1988) y Secretaria ejecutiva (1988).También se ganó el cariño de la industria y los críticos: ha estado nominada en tres ocasiones al Oscar, una de ellas como Mejor Actriz en Aliens (1986), secuela del filme que le dio fama.
Ha figurado en ceremonias de premios como los Tony, Globos de Oro, BAFTA, Emmys, SAG y hasta en los Goya (Un Monstruo Viene a Verme, 2016). En pocas palabras, patea traseros fuera y dentro de la pantalla. “Realmente no tengo ambiciones, más bien creo en tomar lo que viene. Tengo esa filosofía sobre la vida en general. Trato de transformar lo que me da el universo y regresarlo de la mejor manera”, asegura.
Más allá de haber trabajado con realizadores como James Cameron, Ridley Scott, Mike Nichols, Ang Lee y David Fincher, uno de los mayores logros de Weaver ha sido su familia.
Se casó en 1984 con el director de escena Jim Simpson, padre de su única hija, Charlotte, de 29 años. Además, es una fiera ambientalista. Luego de hacer “Gorilas en la niebla” se volvió vocera del Dian Fossey Gorilla Fund y conferencista en las Naciones Unidas, siempre luchando por la naturaleza.
“Prefiero tener un rol pequeño en una película que amo, que un protagónico en una que no me interesa”. Sigourney Weaver, Actriz