Douglas luce joven gracias a su esposa
Otro secreto del actor para seguir rebosando de energía a su edad es la buena genética que ha heredado de su padre
MIAMI. El pasado mes de septiembre, Michael Douglas y su esposa Catherine Zeta-jones, que nacieron el mismo día, celebraron dos cumpleaños muy importantes: ella inauguró una nueva etapa vital al entrar en la cincuentena y él cumplió unos 75 años muy bien llevados. El buen aspecto del veterano intérprete se debe a una afortunada combinación de deporte, una genética privilegiada que ha heredado de su padre Kirk Douglas (102 años), y, en especial, a la buena suerte de estar casado con una mujer un cuarto de siglo menor que él. “Por una parte, tener una novia joven me ayuda a sentirme mejor, y por otra, también tengo a mi padre, que aún conserva todo el pelo, así que me puedo considerar un privilegiado. No puedes comportarte como un idiota al respecto”, ha asegurado a su paso por el programa de Ellen Degeneres acerca de la forma en que afronta el paso del tiempo. “Hace ocho o nueve años me diagnosticaron un cáncer y ya tuve la oportunidad de pensar en todo eso de envejecer, pero una vez me dijeron que estaba limpio, todo fue sobre ruedas”.
La buena voluntad, por supuesto, no lo es todo y Michael también practica religiosamente ejercicios de cardio y levanta pesas para mantenerse en forma. Además, recientemente decidió contratar un entrenador personal para trabajar el resto de músculos tras comenzar a sufrir unos fuertes dolores de espalda cada vez que jugaba al golf.