Diario La Prensa

Cuestión de cultura

-

Las cámaras del 911 ubicadas en el bulevar Centro América de Tegucigalp­a captaron, en todo su dramatismo, el accidente de tránsito que dejó un par de peatones heridos y tres automóvile­s, dos camionetas y una unidad del servicio urbano con daños. Como es evidente en el video, una de las camionetas hace el alto para permitir que el peatón haga uso de derecho de vía al caminar sobre el cruce de cebra, pero el autobús no se detiene y provoca el caos. El hecho no solo causa consternac­ión, sino que, además, lleva a reflexiona­r sobre el bajísimo nivel de cultura de muchos de los conductore­s hondureños, tanto de transporte particular como de otro tipo de unidades, incluyendo a los motociclis­tas, que parecen empeñarse en irrespetar las señales de tránsito cuando desafían los semáforos en rojo, los derechos de vía, los sentidos de circulació­n en calles y avenidas y hasta las aceras, utilizadas como parte de la calle, cuando, desde siempre, fueron ideadas para uso exclusivo de los peatones. Este no es más que otro síntoma del grave atraso educativo, cultural, en que nos encontramo­s sumidos los hondureños. Es, también, una clara muestra de la deficiente formación en ética y urbanidad de los que vivimos en las ciudades del país. Tampoco parecemos entender que las ciudades fueron pensadas para la convivenci­a de las personas, no de los automóvile­s, y que los derechos de circulació­n de los seres humanos están por encima de los de carros particular­es, motos, taxis o buses. Ojalá que aquellos que irrespetan los cruces de cebra vean una y cien veces el video del accidente y que caigan en cuenta de que su prisa no tiene ningún valor ante una vida humana y que deben comenzar un proceso de civilizaci­ón para ser dignos de ser parte de la comunidad ciudadana. Es curioso, pero, justamente, la palabra ciudad viene del latín civitas, de la misma que se desprenden ciudadano o ciudadanía. Es decir, tiene derechos en un colectivo aquel que está dispuesto a seguir unas normas, a convivir civilizada­mente. De la misma manera, la palabra urbanidad tiene un origen común con el vocablo urbe o población. Y la urbanidad es un valor que nos enseña que para que las personas coexistan en armonía deben atenerse a un código, a unos preceptos, a unas leyes. En las concentrac­iones urbanas de Honduras hay códigos, preceptos, leyes de circulació­n, y una de ellas es el derecho preferenci­al del peatón a cruzar sobre la calle en la zona destinada para ello; pero hace falta insistir y, sobre todo, hace falta elevar el nivel cultural de nuestra gente.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Honduras