Cada 22 horas se suicida un hondureño
En 2018, los suicidios fueron la cuarta forma de muerte por lesiones de causa externa a nivel nacional
SAN PEDRO SULA. Mientras expertos debatían ayer sobre la salud mental de los hondureños en el campus de Unitec de la Capital Industrial, medios de comunicación informaban que una mujer de 70 años había tomado la fatal decisión de acabar con su vida ingiriendo pastillas para curar frijoles. María Carranza residía en la colonia Divina Providencia, de Santa Rosa de Copán, en total soledad, aunque sus hijos llegaban a visitarla de vez en cuando y fue uno de ellos quien la encontró muerta.
Más tarde el joven halló en la sala una carta escrita por su madre en la que se despedía de ellos y les agradecía por lo que en vida habían hecho por ella, asegurando que se volverían a ver en el paraíso. Contrario a la tasa de enfermedades mentales, que a nivel nacional se mantiene, los casos de suicidio sigue aumentando de forma preocupante.
En los últimos cinco años, la cifra casi se duplicó, pues de 250 suicidios que se reportaron en 2013, en 2018 fueron 450, según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula (Unah-vs). El panorama para 2019 parece ser aún peor, ya que con 350 suicidios registrados de enero a la fecha, los expertos proyectan que la cantidad del año pasado será superada.
En 2018 los suicidios fueron la cuarta manera de muerte por lesiones de causa externa a nivel nacional, registrándose un promedio de 34 al mes, por lo que se considera que en Honduras cada 22 horas se suicida una persona.
La prevalencia de suicidios en el país es principalmente en jóvenes de entre 14 y 30 años; aunque los adultos mayores ocupan más del 9% en la estadística. En cuanto al sexo, son los hombres quienes más llegan a consumar el acto. Glenda García, subdirectora asistencial del hospital San Juan de Dios, dijo que todo suicidio se puede prevenir; sin embargo, no todas las personas llegan a mostrar conductas suicidas.
“El difícil determinar que alguien se va a suicidar, no todo el que dice que se quiere quitar la vida lo va a hacer; aunque siempre es importante ponerles atención a esas alarmas porque están diciendo algo que lo está dañando”, explicó García. Destacó que el 42% de los pacientes que atienden en el hospital tienen ideas suicidas, un porcentaje que crece cada año.
Cómo detectar. La depresión no es un juego y debe ser tratada a tiempo, afirman psicólogos y psiquiatras, los cuales dicen que esta es una enfermedad mental en constante aumento y uno de los principales signos de alarma ante el suicidio. Durante la X Jornada de Salud Mental, la psicóloga Sara Cáceres dijo que el insomnio, la falta de apetito, la irritabilidad, el desinterés por una buena apa
“el número real de suicidios es mucho mayor al que tenemos como reporte”
“todos, sin distinción, somos propensos a tener un episodio de depresión”
riencia y el alejamiento social son algunas de las señales de un individuo con pensamientos suicidas. Como señales directas, Cáceres explicó que la persona escribe y habla sobre la muerte como una salida única a sus problemas.
Denis Maldonado, médico psiquiatra, manifestó que también el deterioro de la memoria, el cansancio, la desesperanza y los ataques de pánicos son indicios claves en este problema. El especialista agregó que el consumo de drogas o alcohol son factores que pueden influir para que algunas personas tengan pensamientos fatalistas hacia sí mismos.
Factores. Daniel Menjívar, psicólogo clínico y de la salud, explicó en el panel que son muchos los componentes que inciden para desencadenar un
cuadro de depresión y en los peores de los casos el suicidio. Menjívar los divide en tres tipos de factores: orgánicos o internos, que son los biológicos relacionados con la neuroquímica que todos los seres humanos tienen y que pueden llevar a detonar un episodio de depresión en algún momento. Luego están los aspectos psicológicos, que tienen que ver con la forma en cómo un individuo se relaciona con sus familiares, amigos y compañía sentimental. Por último, ubica los elementos sociales, los cuales tienen una estrecha relación con la violencia, delincuencia y el desempleo.
Los problemas económicos, familiares y las decepciones amorosas son las principales causas que originan los trastornos mentales. Añadió que no es imposible sa
lir de ese estado de ánimo. Con ayuda de medicamentos y psicoterapia, un paciente puede llegar a superar su conflicto. Dependiendo el caso, el tratamiento puede durar de tres meses hasta un año, pero todo dependerá del compromiso del afectado.
Adónde acudir. La fundación Teléfono de la Esperanza promueve la salud emocional de las personas fortaleciendo sus capacidades para resolver los conflictos de la vida. Fanny de Echavarría, secretaria de la junta directiva de la regional norte, comentó que de las 15 llamadas diarias que reciben, unas cinco son por depresión.
Declaró que para tener ayuda psicológica está habilitada la línea gratuita 150, a la que las personas pueden llamar de
8:00 am a 8:00 pm de lunes a viernes.
El hospital de salud mental San Juan de Dios presta asistencia de salud mental comunitaria. Está en la residencial Palos Verdes, y para información puede llamar al 2512-0870.
En el hospital Mario Catarino Rivas hay dos psicólogos y cuatro psiquiatras; diariamente entre todos atienden un promedio de 60 pacientes y el 60% de ellos presentan sintomatología depresiva.
“La mayoría son niños y jóvenes. En adultos, un 70% son mujeres en edades de entre 12 y 60 años; pero el grueso de la depresión es entre los 15 y 40 años, el rango que más se presenta. Los hombres son menos abiertos a contar sus problemas”, afirmó Bismark Espinoza, psiquiatra del hospital Mario Rivas.