CELEBRA EUCARISTÍA EN LAS CATACUMBAS DE SANTA PRISCILA Papa homenajea a los “cristianos perseguidos” en misa por difuntos
Francisco reconoció que era la primera vez en su vida que entraba en una catacumba.
IGLESIA.
El Papa rezó en privado en el Vaticano en las grutas donde reposan los restos de muchos pontífices
CIUDAD DEL VATICANO. El papa Francisco, que celebró ayer una misa por los difuntos en una de las catacumbas más antiguas de Roma, dedicó unas palabras
a “los cristianos perseguidos” que todavía hoy deben esconderse durante sus celebraciones. “Es la primera vez en mi vida que entro en una catacumba”, confesó el Papa en la Catacumba de Priscila, un cementerio de 13 kilómetros de galerías subterráneas de los primeros siglos del cristianismo. “Podemos pensar en la vida de esta gente que debía esconderse para celebrar a sus muertos”, señaló el Papa, y habló de “un momento difícil de la historia que aún no se ha superado”. “Actualmente hay otras tantas catacumbas en otros países, donde los cristianos deben aparentar que festejan un cumpleaños para celebrar la Eucaristía, lo que les está prohibido”, dijo.
El año pasado, el Papa visitó un cementerio de Roma y se detuvo delante de las tumbas de niños que murieron prematuramente o que nacieron muertos.
“Todavía hoy, hay cristianos perseguidos, más que durante los primeros siglos”, añadió Francisco, y señaló que en muchos países “ser cristiano es un crimen, está prohibido, no es un derecho”. En 2017, Francisco celebró una misa por los difuntos en un cementerio militar estadounidense de la Segunda Guerra Mundial de Italia.