Los “soñadores”
La ofensiva antiinmigrante de la administración Trump va en escalada para alcanzar intereses muy personales, que son innegables, en la preparación inmediata de la campaña electoral de las elecciones de 2020. No es para menos, puesto que la tormenta arrecia con el inicio del juicio político en la Cámara de Representantes, ante cuyos miembros comenzaron a declarar funcionarios cercanos a la Casa Blanca.
El tema en estos últimos días pasa por la Corte Suprema, donde habrá de definirse la situación de miles de jóvenes cuyas vidas están plenamente ligadas a la sociedad norteamericana, pues muchos de ellos ni siquiera han viajado a la tierra de la que un día salieron en brazos de sus progenitores.
Los “dreamers” recibieron de la administración de Barack Obama la existencia legal mediante el Daca, el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, permitiéndoles trabajar y evitar su deportación. Cinco años estuvo vigente. Con la llegada de los republicanos y el discurso “anti…” del Gobierno fue anulado el beneficio y se inició la ruta en los tribunales que ahora llega a su último peldaño, el Tribunal Supremo.
Entre resoluciones y apelaciones, los “soñadores” vivieron en el limbo jurídico, el estamos, pero no somos, que deberán de resolver jueces del tribunal con claro marcaje conservador, dos de ellos nombrados por Trump. Cinco contra cuatro es el cuerpo jurídico que habrá de decidir sobre la existencia legal, como si dos o más décadas de integración plena en la comunidad, estudios, incluso universitarios, mucho de ellos con trabajo estable no fuera suficiente carta de presentación para gozar plenamente de los derechos de ciudadanía.
El presidente Trump eliminó el programa y ahora ha iniciado de lleno la polémica sobre la que centrará su discurso proselitista, muy esperado y deseado por la parte conservadora de la sociedad. Como en otros asuntos, la estrategia es golpear o hacer creer que lo hará para conseguir otros objetivos en estos tiempos revueltos, en que los demócratas han enfilado directamente las baterías contra el titular de la Casa Blanca. “Si la Corte Suprema remedia eso con una revocación, se va a llegar a un trato con los demócratas para permitirles quedarse”. ¿Alguna aclaración? Lo que hizo Obama “fue arbitrario”, la negociación sobre el futuro de los jóvenes es “correcto”. Es el principio de una ética del tener y poder hacia personas instrumentalizadas para negociar, como ha ocurrido por siglos en la historia de humanidad.