¡El don y propósito!
“El significado de la vida es hallar tu don, el propósito es compartirlo”, William Shakespeare. Cada empresa tiene un mercado y su énfasis es vender sus productos, el enfoque quizá parezca un ideal, pero en resumen las empresas ya no solo se interesan en vender sus productos, sino darles una experiencia al consumidor, lo cual genera un enfoque en el consumidor. Se logra enfatizar el ser para poder desarrollar el don que cada persona tiene; el don deriva del vocablo latino donum, se refiere a un talento o una aptitud que tiene una persona. En el mundo espiritual, cada persona tiene un “don” dado por Dios, el significado es carisma en griego, no es un talento, ya que estas son destrezas, por ejemplo, la habilidad musical es un talento maravilloso. Los dones dados por Dios pueden ser los dones hablados y los dones de servicio. “Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios”, 1 Pedro 4:10. En este último tiempo se ve la manifestación de los dones de revelación, como es la palabra de sabiduría la cual se expresa por sueños, visión y profecías, por palabras de ciencia, ya que Dios mismo habla de sucesos pasados o presentes fuera del conocimiento natural y el discernimiento de espíritus revelando el espíritu que opera en las personas. Cuando operamos en los dones dados por Dios cumpliendo su propósito se podrá evidenciar una vida realizada, satisfecha, productiva y generosa evitando o minimizando con la sabiduría de Dios los fracasos, errores, remordimientos, pérdidas. La sabiduría no solo es saber, sino también el hacer, ningún árbol da fruto para alimentarse así mismo, los árboles no comen su propio fruto, dan fruto que alimenta a los demás. Nunca olvide sus creencias, crean actitudes, las actitudes sentimientos, los sentimientos acciones y estas determinan los resultados.