Expolicías dirigieron fuga del Porkys
Agentes que fueron separados de la Policía entrenaron al comando criminal que participó en el rescate del jefe de esa mara Fiscalía investiga a operadores de justicia
SAN PEDRO SULA. La acción de liberación de Alexander el Porkys Mendoza estuvo a cargo de un grupo de expolicías que por irregularidades en su desempeño dentro de la institución fueron separados y actualmente trabajan para la mara Salvatrucha (MS-13). Según fuentes de inteligencia ya tienen identificados a algunos exagentes que se supone fueron los encargados de entrenar al comando criminal que participó en la operación de liberación del Porkys, cabecilla de la MS-13, ejecutada este 13 de febrero en los juzgados de El Progreso. La fuente confirmó a LA PRENSA que la forma de portar los uniformes y el uso de las armas fue de un entrenamiento dirigido por exmiembros de dependencias de Seguridad.
El día del rescate, un falso militar que en su uniforme portaba la insignia del grado de mayor del Ejército fue quien dirigió la operación y en los juzgados se presentó ante dos de los policías militares que daban seguridad al Porkys pidiéndoles que entregaran sus armas, por lo que los verdaderos militares acataron la orden creyendo que se trataba de uno de sus superiores.
Fue en ese momento que los falsos uniformados tomaron el control y sacaron a Mendoza de la sala del tribunal; pero fue en la entrada del edificio adonde asesinaron al sargento Wilmer Antonio Poso Rodríguez y a Rony Mauricio Rodríguez Osorto, miembros de la Policía Militar, así como a los subinspectores de policía Albert Faviel Lanza Gallegos y Gerlin Oswaldo Ríos Herrera. Estos dos últimos oficiales fueron a los juzgados para acompañar a un agente que iba a testificar en otro caso, pero al llegar se percataron de que los uniformados no pertenecían a ninguna entidad de seguridad, por lo que ocurrió el enfrentamiento, en el que por desventaja de personal fueron abatidos por los delincuentes. En el hecho también murió uno
de los delincuentes.
Plan. Fueron unos 20 criminales vestidos con uniformes de la Fuerza Nacional Antimaras (FNAMP) y la Policía Militar que irrumpieron en el palacio de justicia de El Progreso y ejecutaron la operación que rescató al Porkys, quien ya había sido condenado a 40 años de prisión, y ese 13 de febrero enfrentaría otro juicio en el que lo acusan de asesinato. Fuentes confirmaron a LA PRENSA que en el plan de fuga invirtieron unos 20 millones de lempiras (más de $804,000), dinero que se supone fue pagado
en una gasolinera de El Progreso. Elvis Guzmán, vocero del Ministerio Público, manifestó que a través de la Fiscalía Especial de Delitos Contra la Vida tienen una gama de elementos que serán presentados contra los primeros acusados de participar en la fuga de Alexander Mendoza. Los imputados son Francklin Eduardo Mairena Rodríguez y Carlos Alberto Cárdenas García. “Para el caso hay pruebas testificales, videos, el decomiso de toda la indumentaria militar, insignias y la gran cantidad de armas de fuego prohibidas y las de uso comercial”, explicó el portavoz.
Con respecto a la información de que el pago millonario por la huida del Porkys fue al parecer en una gasolinera de Yoro, las autoridades del Ministerio Público están trabajando en diferentes hipótesis de investigación. “Lo del pago de los 20 millones de lempiras está siendo procesado por los cuerpos de investigación para no descartar si estos hechos han ocurrido”, agregó Guzmán. Las autoridades también aseguraron que investigan si hay involucrados operadores de justicia y apoderados legales.
Otro capturado. Anoche, las autoridades de la FNAMP capturaron en El Ocotillo a dos supuestos miembros de la MS identificados como Adán Rosales, alias El Ray (de 33 años) y Darwin Alberto Cardona Bú (de 26). Las autoridades de ese cuerpo de seguridad informaron que El Ray participó en la liberación del Porkys.
Se informó que Adán Rosales es uno de los individuos que ingresó uniformado a los juzgados de El Progreso a liberar a Mendoza.
Alta peligrosidad
El Porkys estuvo recluido en El Pozo, en Ilama, después fue trasladado a celdas de máxima seguridad en Támara.