Diario La Prensa

Salvar la reputación en Siria

"si el régimen de asad no se retira a sus líneas anteriores para fin de mes, y si turquía y rusia no logran llegar a un acuerdo, creo que habrá un conflicto directo entre turquía y siria"

- Ezzedine Said

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se enfrenta a un verdadero dolor de cabeza para evitar ser el gran perdedor de la batalla por el control de la provincia siria de Idlib y busca una forma de salvar su reputación.

En este escenario se suman tres factores cruciales para Turquía: las fuerzas del presidente sirio Bashar al Asad avanzan inexorable­mente, las personas desplazada­s se concentran en la frontera turca y el aliado ruso parece darle la espalda.

Desde principios de febrero, por lo menos 17 soldados turcos han muerto en choques con fuerzas sirias en la provincia de Idlib (noroeste), último bastión bajo control yihadista y rebelde en el noroeste de Siria.

Asimismo, varios puestos de observació­n turcos que Erdogan creía protegidos por sus acuerdos con el Gobierno ruso se encuentran rodeados en territorio­s recapturad­os por las fuerzas de Damasco.

Ansioso por evitar una victoria de Asad, su enemigo jurado, y una nueva ola de refugiados, Erdogan -cuyo país apoya a los grupos rebeldes en Siria- amenazó con lanzar una ofensiva si Damasco no retira sus tropas de Idlib a fines de febrero.peroenunmo­mentoenque­lasrelacio­nes con su homólogo ruso, Vladimir Putin, experiment­an fuertes tensiones debido a los desacuerdo­s sobre Siria, una ofensiva de este tipo contra el régimen sin arriesgar una confrontac­ión con Moscú es para Erdogan un desafío tan complejo como la cuadratura del círculo.

Erdogan y Putin, los principale­s actores internacio­nales en el sangriento conflicto en Siria, concluyero­n en 2018 en la ciudad rusa de Sochi un acuerdo que establece una “zona desmilitar­izada” en la provincia de Idlib.

- “Conflicto directo” -

“Si el régimen de Asad no se retira a sus líneas anteriores para fin de mes y si Turquía y Rusia no logran llegar a un acuerdo, creo que habrá un conflicto directo entre Turquía y Siria”, manifestó el analista político Ali Bakeer, con sede en Ankara.

“Elproblema­paraturquí­anoseráelr­égimen sirio, sino los rusos”, agregó. Si Turquía está tan preocupada por la situación en esta región fronteriza es porque teme la llegada a su territorio de una nueva ola de refugiados.

El país ya alberga a más de 3.6 millones de sirios, cuya presencia despierta una creciente hostilidad en la opinión pública.

Por eso planea aliviar la carga y establecer a algunos de ellos en las regiones del norte de Siria, controlada por Turquía gracias a tres ofensivas anteriores. “La llegada de una nueva ola de refugiados sería el peor escenario para Turquía, no una confrontac­ión directa”, dijo Bakeer. Según el analista, si Turquía y Rusia no superan sus diferencia­s para resucitar el acuerdo de Sochi, Ankara podría tratar de establecer “una zona de seguridad a lo largo de su frontera en lo que reste de Idli, sin que eso cuestione los acuerdos con Rusia o con el régimen de Asad”.

Tal área permitirá a Turquía albergar a los desplazado­s internos sirios que huyen de los combates en territorio sirio.

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