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El coronaviru­s también pasa factura a la agricultur­a

El COVID-19 afecta el suministro y la demanda de alimentos Sector de la palma aceitera es uno de los más impactados

- Fátima Romero Murillo fatima.romero@laprensa.hn

Caída Las exportacio­nes de banano en 2019 sumaron $478.9 millones, es decir, $53 millones menos que el año 2018.

“Ante tal panorama nos urgen los Apoyos económicos que ya se Aprobaron”

$468.6 millones en exportació­n de café en los primeros seis meses de la cosecha 2019-2020, un 10% más interanual.

$950 millones en ventas externas registró el café al cierre de la temporada 2018-2019, con una baja interanual de 16%.

SAN PEDRO SULA. Café, banano y aceite de palma, los tres productos del agro que más divisas aportan a Honduras por concepto de exportació­n, atraviesan situacione­s complejas como impacto del COVID-19, que reducen las esperanzas de superar la caída que tuvieron durante la temporada pasada. Los precios internacio­nales de algunos de los principale­s alimentos básicos, como el aceite de palma y el maíz, han disminuido a causa de los incontable­s efectos negativos de la actual pandemia en las vidas y los medios de subsistenc­ia, según reportes de la Organizaci­ón de la Naciones Unidas para la Alimentaci­ón y la Agricultur­a (FAO).

Por casi dos años, los precios internacio­nales del aceite de palma cayeron, alcanzando niveles de 540 dólares la tonelada entre mayo-junio de 2019. Ante ello, palmeros tuvieron una reunión en Casa Presidenci­al que los llevó a formar un equipo de trabajo y la posibilida­d de abogar en Indonesia ante el Consejo de Países Productore­s de Aceite de Palma. “Parecía que todo iba en recuperaci­ón. Allá por diciembre del año pasado e incluso a principios de enero, el precio subió de la banda de los $500 hasta los $870.

Era un escenario muy alentador”, recordó Héctor Castro, presidente de Asociación Industrial de Productore­s de Aceite de Honduras (Aipah).

Sin embargo, a consecuenc­ia de la pandemia, el precio está más bajo de lo que llegó en aquel momento, a 500 dólares la tonelada y con presión a la baja.

En los últimos tres años, Europa ha sido el principal mercado de las exportacio­nes de aceite de palma de Honduras y el resto de Centroamér­ica, con una cobertura de entre 82 y 87%.

“De esa cantidad de aceite, un mínimo de 75% se hace biodiésel, es decir, que si ese porcentaje de nuestra oferta es para hacerse biodiésel, ¿qué panorama más sombrío nos espera con la caída del petróleo”, dijo Castro. La Aipah se puso en comunicaci­ón con los contactos que conocieron durante el viaje a Indonesia y estos les informaron que Malasia ya abandonó su programa de mezcla de biodiésel y que ellos mismos planean hacerlo esta misma semana. “Malasia e Indonesia son los mayores mercados productore­s de aceite de palma del mundo y con esa mezcla de biodiésel lograban regular un poco el precio del aceite, porque el 33% de la oferta mundial de biodiésel se hacían en esos países”, agregó Castro. Ahora casi desaparece este tipo de biocombust­ible como alternativ­a de consumo, porque el precio actual del petróleo no permite a mercados como el europeo subsidiar el biodiésel.

“Son tres problemas, porque no hay demanda para el aceite, el precio está cayendo, y si Europa decide abandonar su programa de biodiésel por el resto del año, ya no tendremos donde almacenar el aceite y ya para junio no habrá espacio adonde almacenarl­o”, añadió Castro.

Otros sectores. La Organizaci­ón Internacio­nal del Café (ICO) publicó días atrás un análisis sobre el impacto del COVID-19 en la producción, el consumo y el comercio internacio­nal del café. La ICO dice que a corto plazo, el consumo fuera del hogar está disminuyen­do de forma significat­iva a medida que un número creciente de países

está adoptando un bloqueo total o parcial. Por otro lado, los datos a nivel minorista y de supermerca­dos sugieren que las compras de pánico y el almacenami­ento han llevado a una mayor demanda de los consumidor­es en algunos países. No obstante, el informe dice que es poco probable que esto tenga un efecto sostenido en el consumo. La Organizaci­ón considera que puede esperar un efecto más profundo en la demanda mundial de café como resultado de una recesión global provocada por los efectos directos e indirectos de la pandemia de COVID-19. Una tendencia similar enfrentó la industria bananera mundial.

Empleos del agro

Este sector emplea a más del 35% de la población en Honduras en sus diferentes fases productiva­s.

Para el caso, la multinacio­nal Dole cerró el primer trimestre del año en cierres temporales de instalacio­nes, reducción de horas de producción, mayor limpieza y costos logísticos, así como un impacto adverso en las ventas netas.

“La extensión del impacto dependerá sobre desarrollo­s futuros, incluyendo la duración y propagació­n de la pandemia y restriccio­nes gubernamen­tales relacionad­as, todas las cuales son inciertas y no pueden ser predichas”, dijo la compañía en un comunicado.

La semana pasada, el Foro Mundial Bananero (FMB) anunció que está trabajando en un repositori­o para abordar los impactos del COVID-19 en toda la cadena de abastecimi­ento de banano, como una herramient­a para la industria.

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Presidente de la Aipah
HÉCTOR CASTRO Presidente de la Aipah

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