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Ferreteros aseguran que tienen listos sus protocolos de bioseguridad
Las más de 500 ferreterías de San Pedro Sula y el valle de Sula se vieron obligadas a suspender salarios a sus trabajadores porque ya no pueden pagarlos, debido al cierre que hicieron las autoridades en esta zona por el aumento de casos de COVID-19. Las ferreterías que habían sido autorizadas para operar en San Pedro Sula, así como en otros municipios del valle de Sula, El Progreso y Colón, tuvieron que volver a cerrar por las disposiciones de Salud y Sinager. Los dueños de ferreterías dicen que no aguantan el impacto que están sufriendo y pese a que tienen un protocolo de bioseguridad aprobado por Salud, no los han dejado restablecerse y esperan ser tomados en cuenta para la apertura de la economía. Actualmente, las ferreterías están abiertas en otros departamentos donde no hay cierre total y donde la gente puede salir a realizar sus compras de forma ordenada circulando con el último dígito de su cédula cada día. El presidente de la asociación de ferreterías, Omar Monterroso, dijo que lograron hacer la apertura a nivel nacional; sin embargo, “somos conscientes de la situación, especialmente en el departamento de Cortés y entendemos; pero no compartimos la decisión de clausurar el cierre de la industria ferretera en estas zonas”. Indicó que ahora lo que sugieren es que lejos de castigar a la mayoría se busque un mecanismo para penalizar a las empresas que no cumplen el protocolo de bioseguridad. Aseguró que las empresas ya no aguantan y ninguna lo hará. “Estamos desesperados, ya nadie puede aguantar empleos sin ingresos, por eso han suspendido pagos, porque no hay ingresos y la mayor inversión en una ferretería es el inventario y solo venden al crédito”. Monterroso estima que en el valle de Sula hay más de 500 ferreterías con unos 18,000 empleos, y a nivel nacional pueden sobrepasar los 50,000 empleos directos. De abrir poco a poco la economía en Cortés, los ferreteros que ya tienen en funcionamiento su protocolo de seguridad, son del criterio que en San Pedro Sula sería más fácil, pues la alcaldía, que tiene un control de los permisos de construcción, se podría encargar de hacer cumplir el protocolo de bioseguridad como lo hacen con los informes ambientales de las construcciones.
Los ferreteros dicen que sus empresas han sido de gran ayuda para la instalación de salas de COVID-19.
Con los protocolos de bioseguridad y la salida de personas de forma ordenada las empresas pueden volver a abrir operaciones