En Ecuador y EUA piden exitoso tratamiento de médicos hondureños
La Universidad de Pensilvania quiere conocer esta novedosa estrategia contra el COVID-19
Médicos hondureños que están en primera línea atendiendo a los pacientes con COVID-19 incluyeron el medicamento llamado Colchicina para tratar la enfermedad y les ha dado resultado.
Los pacientes han evolucionado bien, y fue el periodista Orlando Escoto al primero que se aplicó el tratamiento que ha despertado interés en el mundo médico y ya ha traspasado fronteras. Lo recibió en el hospital Leonardo Martínez y hoy recibe rehabilitación POS-COVID en el el Instituto Hondureño de Seguridad Social adonde será dado de alta en los próximos días. Utilizaron varios medicamentos antivirales, descanso en varias posiciones, sobre todo boca abajo, y le aplicaron antiinflamatorios.
Recomiendan no salir a la calle aunque las autoridades lo permitan, pues la única forma de frenar el contagio es quedándose en casa.
Los especialistas han unido esfuerzos. pero no dejan de mostrar su preocupación porque las personas están llegando a los hospitales ya en un estado de gravedad cuando poco se puede hacer. En medio de las investigaciones piden a la población colaborar para que se les dé atención comunitaria y poder atender la enfermedad en las fases virales y no llegar a las unidades de cuidados intensivos.
Sin duda que la tecnología ha sido una aliada importante en esta pandemia para los médicos de todos los países porque ante la falta de estudios sobre el COVID-19 han decidido intercambiar experiencias, apoyarse para salir adelante y buscar salvar vidas con tratamientos menos costosos. Honduras no ha sido la excepción.
Catracho. Producto de esas conexiones y de experiencias médicas nace el tratamiento Catracho cuyo nombre resultó un acróstico conformado con nombres de medicamentos Colchicina, Antiinflamatorio, TOZ tocilizumab, ivermectina, Anticoagulante, Cloroquina o hidroxicloroquina, High flow O2 (oxígeno de alto flujo) y pronación.
Uno de los medicamentos de la fórmula Catracho es la Colchicina, y los especialistas hicieron un estudio piloto del beneficio del uso de este medicamento que está siendo utilizado para el manejo de pacientes con COVID-19. Los investigadores principales son los médicos hondureños Fernando Valerio y Óscar Díaz. El coinvestigador principal es el médico hondureño en el extranjero Miguel Sierra-hoffman, y como coinvestigadores los doctores especialistas hondureños Emilio Barrueto, Ronald Cardona, David Cortés, Luis Enamorado, José Luis García, Diego Paz, Héctor Pineda, Walter Rodríguez, Marcelino Vásquez y Allan Zelaya. El jefe de la unidad de cuidados intensivos del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), Óscar Díaz, explicó que el protocolo Catracho lo está llevando adelante el médico hondureño que reside en EUA Miguel Sierra. El es intensivista igual que nosotros, pero tiene otra especialidad incluyendo enfermedades infecciosas. “Yo tuve un webinar con médicos hondureños donde expusimos los resultados de los pacientes que atendimos en el IHSS cuando ya nos empezó a ir mejor que al principio de la epidemia”. El doctor Sierra nos contactó para compartir ideas porque había varias cosas que él hacía y que coincidían con nosotros. “Vimos que había una serie de elementos
en común en el tratamiento y en el entendimiento de la enfermedad que podían ser útiles y sobre todo ideas novedosas en relación con algunos medicamentos que son de acceso más factibles desde el punto de vista económico. “Él nos empezó a compartir su experiencia y decidimos echar a andar un trabajo de investigación más serio ya con rigor estadístico para tener conclusiones más serias; pero estamos en este proceso y unificando el protocolo de atención”, dijo.
El tratamiento lo que busca es reducir la cantidad de enfermos que se complican y precisan entrar en cuidados intensivos. “No es la cura, y eso lo decimos responsablemente. Es una estrategia de tratamiento para tratar de optimizar los recursos que tenemos y sobre todo lo de cuidados intensivos porque para nuestro país es crítico porque son muy pocas camas y personal, y si a nosotros nos agarra una avalancha de casos como ha ocurrido en otros países, la vamos a ver muy fea” detalló.
La experiencia del equipo de las unidades de cuidados intensivos de San Pedro Sula ha sido muy dinámica en la que se ha ido aprendiendo sobre la marcha y se ha logrado afinar y refinando la estrategia de manejo en todas las etapas clínicas del COVID-19. El equipo ha logrado cada día mejores resultados con pacientes que de ser manejados como inicialmente se les estaba tratando no hubiesen presentado la evolución que están teniendo recientemente. En el protocolo establecen que parte de la problemática para el manejo de pacientes graves y críticos son las limitaciones en cuanto a disponibilidad de recursos, dentro de los cuales están los fármacos altamente especializados que se están empleando en los protocolos de todas partes del mundo.
Ante ese panorama se diseñó un estudio para unirnos al esfuerzo científico de comprobar que
a fármacos ya conocidos con efectos antiinflamatorios que anteriormente se les ha conocido también efecto antiviral se le puede dar utilidad en el manejo del COVID-19, entre ellos la Colchicina.
El médico intensivista explica que son ampliamente conocidos los efectos antiinflamatorios de la Colchicina en enfermedades como la gota, enfermedad de Behcet y la fiebre mediterránea familiar. En combinación con sus efectos pleiotrópicos y sinergismo con fármacos como las estatinas tiene el potencial de disminuir significativamente la desregulación inflamatoria, la tormenta de citoquinas y su efecto catastrófico a nivel sistémico.
Al hacer esto, creemos, limitará los daños tisulares extensos como la necrosis miocárdica y el desarrollo de neumonía en el contexto del COVID-19. Fernando Valerio explicó que el objetivo primordial del protocolo es demostrar que la Colchicina es segura y efectiva en controlar la desregulación inflamatoria y tormenta de citoquinas, elementos fundamentales en la fisiopatología, morbilidad y mortalidad del COVID-19.
Reveló que ya otros países se han acercado a pedir el protocolo y Ecuador es uno de ellos. “La información que nos ha dado el doctor Sierra es que la Universidad de Pensylvania quiere ser parte del estudio y eso es positivo. Explicó que el tratamiento se lleva a cabo en las unidades de COVID-19 de San Pedro Sula por el equipo de trabajo a cargo del grupo de intensivistas. La Colchicina se agregará al tratamiento estándar que se está dando en las unidades de COVID-19” detalló.
Los médicos hacen hincapié en la desinfección de frutas y verduras con agua y jabón para matar el virus.