China lanza nave con miras a construir estación espacial
El programa espacial chino tiene contemplado un viaje a la luna
PEKÍN. China lanzó ayer una nueva nave espacial, un paso crucial para llevar tripulantes a la futura gran estación espacial china y a la Luna.
El cohete Larga Marcha 5B, en su primer vuelo, despegó de la base de Wenchang en la isla de Hainan, con la nueva nave -sin tripulantes- alcanzando la órbita prevista, indicó la agencia de noticias Xinhua.
La nave fue diseñada para llevar tripulantes a la futura estación espacial china y a la Luna. Su regreso a la Tierra está previsto para el viernes después de una serie de pruebas, dijo Ji Qiming, de la agencia espacial china, en una conferencia de prensa. La futura estación espacial china (CSS), denominada Tiangong (“Palacio celestial” en mandarín), constará de tres partes: un módulo principal de casi 17 metros de longitud (lugar de vida y de trabajo) y dos módulos anexos (para experimentos científicos).
Su ensamblaje en el espacio debería comenzar este año gracias al nuevo cohete Larga Marcha 5B y terminar en 2022. Otra novedad de la misión de ayer es el cohete Larga Marcha 5B. Con un diámetro de 5 metros, un peso de 849 toneladas y una longitud de 54 metros, puede enviar al espacio cargas de 22 toneladas. Se utilizará para lanzar las diferentes partes de la futura estación espacial china. “Todo depende de las ambiciones del programa espacial chino, pero las misiones más allá de la Luna serán po- sibles”, dice Carter Palmer, especialis- ta en asuntos espa- ciales de la firma estadounidense Forecast International.
Ir muy lejos en el espacio requiere dos cosas principales: una velocidad muy rápida para alejarse de las fuerzas gravitacionales, y una mejor protección frente a las temperaturas extremas, características de
las que beneficia, a priori, esta nave. La actual misión de ensayo pondrá a prueba, entre otras cosas, su escudo térmico y su capacidad para entrar en la atmósfera. EEUU ha prohibido casi toda la cooperación espacial con China, argumentando preocupaciones de seguridad nacional, lo que ha impedido que Beijing participe en la Estación Espacial Internacional y lo ha obligado a desarrollar su propio equipo. China ha puesto en órbita numerosos satélites, por cuenta propia o de otros países.
En 2019, China se convirtió en la primera nación en descender una sonda en la cara oculta de la Luna.