Relevancia
La conmemoración del Día del Periodista concentró el mensaje en el horizonte, cerrado por la tormenta, pero como la gran oportunidad en la denominada “nueva normalidad”, pues los acontecimientos evidencian la necesidad de una inserción gradual, pero rápida e inteligente, en los nuevos espacios que tímidamente han ido llegando, pero que la crisis internacional impone desechar el miedo y apostar con firmeza a lo arriesgado, a lo difícil. Atendiendo esa necesidad apabullante se impone la toma del relevo con decisión previo el análisis de la crisis que ya se veía en los medios tradicionales, y comprender todos sus efectos de manera que sean las empresas periodísticas que vayan marcando su ruta frente a extremismos y especulaciones, pero siempre con prudencia, responsabilidad y tino.
“La búsqueda de la verdad en medio de las fakes news” fue el tema de la conferencia en la jornada de conmemoración periodística, en el seminario organizado en la Universidad Tecnológica de Honduras (UTH). El tema es de acuciante realidad en el mundo de la comunicación, cuya “normalidad” ha supuesto un gran desafío con la tecnología en los últimos años.
“Las fakes news han dado relevancia al buen periodismo y hay más conciencia sobre la calidad de los contenidos en los medios, tanto en los periodistas, en los editores como en las audiencias”, resaltó el presidente del Grupo Opsa, Jorge Canahuati, quien presentó la credibilidad en el contenido de los medios como el gran y auténtico desafío frente al océano de desinformación invasor desde los espacios digitales. No será la satanización, sino la adaptación eficaz y urgente a la necesidad de información veraz en la sociedad la que mantenga a flote y fortalezca la empresa de comunicación.
El momento y sus necesidades exigen una respuesta sintetizada en el aforismo clásico, “adaptarse o morir”. En la pandemia, en la consecuente crisis económica es, en principio, el camino de la supervivencia para abrir la etapa de la expansión con el debate público de los conflictos que ya van aflorando y la orientación para crear una responsabilidad compartida por todos en la identificada “nueva normalidad”.
Aquella comodidad de grupo desapareció y los cambios, a gusto o a disgusto, están llegando con honda huella “en qué y cómo” informar de manera que la verdad, dicha como verdad sin distorsión y sin mentira, presentada con ropaje barroco de verdad, sea hoja de ruta para que el barco no encalle o se estrelle en el acantilado, sino que llegue a puerto seguro. Brilla más el buen periodismo, su relevancia es mayor con la trampa y superficialidad del fakes
news, por lo que, aunque llega lo más difícil hay talento, coraje y capacidad para aceptar el desafío sin temor.