Bukele se suma a la ola de sus homólogos de Brasil y Eeuu
¿Eficaz contra la covid-19?
La hipótesis de una acción de estas moléculas contra el nuevo coronavirus proviene del hecho que sus propiedades antivirales demostraron -in vitro o en animales, y sobre diferentes virus- resultados, a veces, positivos.
Los estudios también demostraron efectos in vitro en el caso de SARS-COV2 pero, con frecuencia, los resultados científicos in vitro no se encuentran in vivo en los seres humanos.
En cuanto a la eficacia humana frente al SARSCOV2, no existe un consenso científico por falta de tiempo suficiente y de estudios realizados según las reglas habituales: aleatorización (pacientes elegidos por sorteo), grupo de control (algunos pacientes reciben tratamiento, otros no), doble ciego (pacientes y médicos no saben quién tomó el tratamiento y quién recibió el placebo). Además, la mayoría de estos estudios se realizan en un número limitado de pacientes. Por último, un estudio debe publicarse en una revista científica después de una relectura crítica y la consiguiente validación realizada por otros científicos, independientes de los que realizaron las pruebas. Hasta la fecha, no hay estudios que cumplan todos estos criterios a la vez, y muchos contienen sesgos metodológicos, más o menos importantes. Raoult hizo públicos varios estudios que, en su opinión, muestran una eficacia de la hidroxicloroquina asociada a un antibiótico, la azitromicina. Para él, la urgencia sanitaria justifica que se administre este medicamento. Recomienda la administración de este cóctel en cuanto aparecen los primeros síntomas y asegura que en su tercer estudio, con más de 1,000 pacientes, después de 10 días, 9 de cada 10 pacientes (91,7%) dejaron de tener la carga viral. Pero esta cifra, al igual que la de la mortalidad de los pacientes tratados, es comparable a la observada en caso de una evolución natural de la enfermedad. Entre los sesgos metodológicos de este estudio, señalados por otros científicos, uno de los principales es que no existe un grupo de control, lo que impide demostrar la eficacia del HCQ.
Además, 95% de los pacientes tratados no presentaban signos de gravedad. Por lo tanto, como la mayoría de los pacientes, habrían podido curarse espontáneamente.
Un estudio realizado en hospitales de Nueva York y publicado a principios de mayo en la revista estadounidense muestra que la hidroxicloroquina no ha mejorado ni deteriorado significativamente la situación de los pacientes en estado grave.
Otros dos estudios recientes, uno chino y otro francés, constatan que la HCQ no reduce significativamente los riesgos de ingreso en reanimación ni de muerte en los pacientes hospitalizados con neumonía por COVID-19.
Otro estudio, el más significativo hasta la fecha al incluir datos de 96,000 pacientes y publicado el viernes pasado en concluye que ni la cloroquina ni la HCQ son eficaces contra la COVID-19 en pacientes hospitalizados, y que estas moléculas aumentan, incluso, el riesgo de muerte y arritmia cardíaca.
Se trata del “primer estudio a gran escala” en mostrar una “prueba estadística sólida” de que estos tratamientos “no benefician a los pacientes de COVID-19”, aseguró su principal autor, el doctor Mandeep Mehra, profesor de Medicina
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, dijo el martes pasado que toma hidroxicloroquina como “profilaxis”.
El jefe de Estado recordó que el presidente Donald Trump y “la mayoría de líderes del mundo lo ocupan como profilaxis”.
“Si bien lo hemos sacado de protocolo, porque la OMS dijo que había que sacarlo del protocolo, lo hemos dejado para profilaxis, para el que lo quiera utilizar como profilaxis, y lo hemos dejado también cuando el médico lo prescribe”, sostuvo. “Yo lo voy a seguir usando, la gente que lo quiera utilizar, lo puede utilizar como profilaxis”, agregó.