Trump culpa a la izquierda por el caos y militariza Washington
La noche del domingo, la Casa Blanca quedó a oscuras y el magnate fue llevado a un búnker
WASHINGTON. “Estoy enviando miles y miles de soldados fuertemente armados, personal militar y agentes de las fuerzas del orden”, para detener los disturbios en Washington DC., dijo ayer el presidente Donald Trump en una discurso pronunciado en la Casa Blanca al mismo tiempo que la policía comenzaba a dispersar una protesta a pocos metros del edificio.
El presidente responsabilizó a la “izquierda radical” de las movilizaciones y criticó a los gobernadores por “débiles” y los instó a “imponerse”. Además se dijo dispuesto a desplegar al Ejército en las ciudades y estados que se nieguen a “tomar las medidas necesarias” para defender “la vida y la propiedad de sus residentes”. “Hoy he recomendado enérgicamente a cada gobernador que despliegue a la Guardia Nacional en cantidades suficientes para que dominemos las calles”, aseguró.
El mandatario urgió a los alcaldes y gobernadores a “establecer una aplastante presencia de agentes del orden hasta que la violencia haya sido sofocada”. “Si una ciudad o estado se niega a tomar las medidas necesarias para defender la vida y la propiedad de sus residentes, entonces desplegaré el Ejército de los Estados Unidos y resolveré rápidamente el problema por ellos”, advirtió.
Al final de su discurso en la Rosaleda de la Casa Blanca, Trump dijo que a continuación iría a “presentar sus respetos a un lugar muy, muy especial”. Poco después, rodeado de algunos de sus asesores, salió a pie de la Casa Blanca y cruzó caminando la plaza de Lafayette para dirigirse a la iglesia episcopal de Saint John, en la que han rezado todos los presidentes de EEUU desde el siglo XIX. Previo, los manifestantes habían sido dispersados con gases lacrimógenos. Trump posó para las cámaras con una Biblia en la mano frente a las ventanas tapiadas de la iglesia, cuyo sótano fue uno de los lugares donde algunos manifestantes prendieron fuego durante las protestas del domingo, aunque las llamas no provocaron daños. La misma noche del domingo, la Casa Blanca quedó a oscuras y el presidente Trump tuvo que ser alojado en el búnker. El jefe de la Casa Blanca calificó los actos como “terrorismo interno”. Este estallido de protesta es el más extendido que ha vivido EEUU desde 1968 cuando varias ciudades sufrieron incendios tras el asesinato del líder negro emblema de la lucha por los derechos civiles, Martin Luther King Jr.
Estos incidentes también son una reminiciencia de la violencia que sacudió Los Ángeles en 1992 por una ola de indignación después de que cuatro policías fueran absueltos tras golpear brutalmente al motorista negro Rodney King.
Joe Biden se reunió ayer con líderes comunitarios negros en una iglesia y prometió combatir el “racismo institucional”.
"gobernadores, si no se imponen, los van a atropellar, van a parecer un montón de idiotas"
Dos autopsias. Una autopsia encargada por la familia de George Floyd concluyó que murió por “asfixia debido a una presión sostenida” cuando un policía lo inmovilizó colocándole la rodilla en el cuello.
“Los médicos independientes que realizaron la autopsia a Floala causa de la muerte es asfixia debido a una presión sostenida”, dijo el abogado Ben Crump. Después de que la primera autopsia realizada por el servicio médico del condado apuntara a que Floyd murió por una combinación de factores, entre ellos la inmovilización, pero también debido a patologías subyacentes.
Sobre este punto la doctora
Aleccia Wilson, directora de Autopsias y Ciencias Forenses de la Universidad de Michigan, indicó que “hay evidencia de que se trató de un caso de asfixia mecánica o traumática”.
Y los resultados completos de la autopsia realizada por las autoridades sanitarias a Floyd revelaron ayer que murió por “homicidio” debido a la “compresión del cuello” cuando un policía lo inmovilizó, y también mostraron que la víctima había consumido fentanilo, según el condado de Hennepin. Floyd, de 46 años, murió de un paro cardiorrespiratorio por “restricción y compresión del cuello” en el arresto, y la forma de muerte fue “homicidio”, in
formaron los forenses del condado de Hennepin en Minneapolis en un comunicado.
Otros detalles de la necropsia oficial sobre las condiciones de salud de Floyd indican que tenía una “enfermedad cardíaca arteriosclerótica e hipertensiva; intoxicación por fentanilo; uso reciente de metanfetamina”. En la autopsia que pidió la familia no se encontró evidencia de enfermedad del corazón y se concluyó que estaba saludable. El lunes 8 de junio se instalará el velatorio de Floyd en Houston (Texas), donde vive su familia y al día siguiente, martes, se celebrará el funeral. Pero antes, el jueves 4, se celebrarán exequias en Minneapolis, donde residía.