Déjelo que hable
Cuántas veces nos ha tocado expresar esta solicitud en silencio o en voz alta cuando estamos mirando algún programa en la televisión, especialmente cuando tiene algún o algunos invitados y que nos interesa el tema.
Nos referimos a cuando al presentador del programa se le olvida que él solamente debe ser el moderador para controlar espacio y tiempo, pero el reclamo de esta petición de que deje hablar al invitado o invitados es porque les dan muy poco tiempo y otras veces los interrumpe y los temas se quedan a medias.
En estos cuatro meses que lleva la pandemia del coronavirus en el país, los programas de televisión están saturados y les sobran los temas, e igual especialistas médicos que nos brindan sus conocimientos explicando la situación de la crisis de la salud y de recomendaciones de la bioseguridad para el pueblo en general.
Pero la incomodidad del televidente es cuando observa que al presentador se le olvida que su deber es ser solamente moderador y estar pendiente de los cortes comerciales, pues estos temas son delicados y desconocidos para la mayoría del público y del moderador.
La gente quiere escuchar a los expertos, ya que para eso pusieron el programa, pero últimamente nos parece falto de responsabilidad y atrevimiento cuando el periodista habla más que los técnicos y se atreve hasta a dar recetas a los televidentes, o algunas veces hasta contradice las opiniones de los participantes.
Hay personas que, ante esa actitud, cuando el periodista está hablando cambia el canal y lo vuelve a sintonizar después, calculando que sean los especialistas que estén dando declaraciones, y algunos otros lo cambian definitivamente.
Muchos de los invitados salen molestos en algunos casos y es lamentable que de estos presentadores monólogos abunden en un país llamado Honduras.