Asustado Trump
Falta todavía, dirán algunos, pero asusta noviembre y no es por la prolongación de la pandemia, cuyo fin no se divisa, sino por el rumbo que ha ido tomando la situación y otros muchos hechos que están influyendo en las filas del oficialismo norteamericano, cuyos dirigentes se hallan asustados por las malas perspectivas en la campaña para la reelección.
Y no es para menos, pues al discurso aún victorioso del presidente Trump se oponen los resultados de las encuestas en la intención del voto que dan una amplia ventaja al candidato demócrata, el exvicepresidente Joe Biden, aunque la sorpresa puede llegar como ocurrió en 2016, pues más sabe y puede el diablo por viejo que por diablo.
El alto nivel de nerviosismo en la Casa Blanca a cuatro meses ha quedado en evidencia con la sustitución del jefe de campaña a la reelección que pasa a la retaguardia en “las estrategias digitales y de datos”, explica en Twitter el presidente Trump, quien intenta levantar bandera con el mejoramiento de la economía, la promesa de prontas vacunas y el anhelo de seguridad de los norteamericanos. La gestión de Trump a los graves problemas no ha dado una respuesta positiva en la opinión pública, pues la crisis sanitaria, social y económica ha encontrado más elementos explosivos en las protestas no pocas relacionadas con la política migratoria, y las injusticias raciales con las imágenes más trágicas de la muerte de George Floyd, con decisiones inimaginables como el muro o valla que protegió la sede del Gobierno o la conducción, por seguridad, de Trump al búnker.
El golpe más cercano en la campaña fue la desastrosa asistencia al mitin de Trump en Oklahoma, donde el vacío de medio pabellón puso en evidencia la debilidad del trabajo proselitista y un supuesto boicot, no del todo creíble, a través de redes digitales. No pudo digerir esto el candidato a la reelección y así, a su estilo, ejerció el inapelable mando.
El peso de la pandemia le está pasando factura, pues quien se proclamó símbolo de inmunidad es señalado como incapaz de atajar el avance diario de contagio y detener la cifra de casi 150,000 muertos prevista para el próximo mes. Nada extraño, siguiendo su discurso, que esta misma semana escribió en la red “excelentes noticias sobre las vacunas”. Palabras, cuya credibilidad suenan a aquellas otras, el muro fue estrategia de sus enemigos, abriremos vía para la regulación de los soñadores en camino hacia la naturalización o el torrente de elogios a sus vecinos del sur.
Mientras tanto el candidato demócrata con una mínima campaña aprovecha los desaguisados y la desorientación de la administración que marca una muy baja posición entre los posibles electores en noviembre.