León se mide con Mazatlán, América va a otro clásico
Mañana sábado 3 de octubre, 26 futbolistas que juegan en los equipos de la Liga Nacional se concentrarán en el hotel de la Fenafuth en Siguatepeque para preparar el partido amistoso que la Bicolor disputará dentro de una semana en Comayagua contra su similar de Nicaragua. Sabemos que las habitaciones, comedor y campos de entrenamiento no se encuentran en el estado ideal de otros proyectos estupendamente levantados sin corrupción en países vecinos de Centroamérica y el Caribe con ayuda de la Fifa. Felizmente hay pocos futbolistas convocados que están acostumbrados a mejores instalaciones, entre ellos Emilio Izaguirre y Rubilio Castillo que han jugado en clubes del extranjero. Ocho jugadores del Olimpia, seis del Motagua, cuatro del Real España, dos del Vida, dos del Marathón, dos de la UPN y uno de Platense y Real Sociedad componen el plantel. Por increíble que parezca, a la misma hora que el sábado 10 de octubre la H jugará con los mucos, la Liga Nacional tiene programados tres partidos, en La Ceiba Vida contra Marathón, en Danlí Real de Minas frente a Platense y en Tegucigalpa Olimpia-upn. Lo lógico, para no tener cuatro partidos el mismo día sábado, que no es un día que los hondureños gusten ver fútbol, hubiera sido poner el de la Selección el domingo 11 de octubre a las tres de la tarde en Comayagua, pasar el Motagua-real Sociedad de las 4:00 pm a 5:00 pm en Tegucigalpa y con eso el domingo las personas podrían disfrutar por televisión de tres platos futbolísticos entre las 3:00 pm y 9:00 pm, ya que de 7:00 a 9:00 pm se disputará Real España-honduras El Progreso en San Pedro Sula. Por otro lado, es ilógico que tres encuentros del sábado 10 de la liga se disputen a las 5:00 pm, ya que de todas manera necesitan gastar energía eléctrica y perfectamente pudieron programarlos entre las 3:00 pm y 9:00 pm. Cuando uno mira la poca visión de los directivos que conducen los autos del fútbol se decepciona porque soluciones tan sencillas como la explicada arriba no se les ocurren. Tampoco es la única alternativa, hay otras, el problema es que no le dedican tiempo a algo tan importante como la programación, y así es difícil obtener resultados en una gestión internacional como por ejemplo la Copa Oro en la que nos tocará enfrentar en julio próximo a Qatar, la poderosa selección que será sede del Mundial de 2022 que el año pasado derrotó a la excelente escuadra de Japón en la final de la Copa Asiática.