SPS perdió una joya: la laguna de Jucutuma
Tres factores se conjugaron para que desapareciera la laguna: mano del hombre, cambio climático e inacción de autoridades El Ministerio Público investiga las causas de la desaparición de la laguna y si hay culpables habrá castigo
SAN PEDRO SULA. La tristeza, nostalgia e impotencia se mezclan al llegar a la laguna de Jucutuma.
De lo que fue una joya natural de San Pedro Sula, hoy solo hay manzanas y manzanas de tierra cultivada y el recuerdo de que algún día existió agua.
Los alrededores de la laguna han cambiado. Solo se observan urbanizaciones, comercios, gasolineras y varias construcciones.
Aunque la carretera esté en mal estado y la laguna, su principal atractivo ya desapareció, hay cierto dinamismo comercial en la zona.
Primero, el gran enemigo de la laguna era la lechuga y el esfuerzo se enfocaba en retirarla; hoy, ambientalistas creen que se puede salvar, pero las autoridades no se han pronunciado. La dolorosa situación de la laguna llevó a un grupo de sampedranos a interponer una denuncia ante el Ministerio Público para saber qué ha pasado. La investigación está en curso, pero es evidente el descuido, desinterés y la irresponsabilidad de los encargados de cuidar la riqueza natural del municipio.
Varios millones de lempiras se asignaron para recuperar la laguna, por lo que las investigaciones también deben enfocarse en confirmar si en realidad se invirtieron allí, dicen los pobladores de la zona.
Millones perdidos. El último intento en salvar la laguna fue en 2015 cuando el alcalde Armando Calidonio y su Corporación tuvieron una sesión a la orilla del espejo de agua y entregaron a la fundación Educación Ambiental de Honduras (Edamh) un cheque por 2.5 millones de
lempiras para retirar la lechuga que comenzaba a cubrirla. Esos fondos provenían de la Feria Juniana de aquel año, pero parece que no sirvieron de nada, igual que el resto de recursos invertidos. LA PRENSA trató de contactar a los representantes de la organización no gubernamental Edamh, pero no se logró.
El ingeniero agrónomo German Pérez señala que las personas que viven en los alrededores de la laguna construyeron bordos o diques, para que el agua lluvia no alimentara el espejo de agua, el cual poco a poco fue desapareciendo, ya que no recibía el líquido que venía de la parte alta de la zona.
A la construcción de los bordos hay que sumar el crecimiento del lirio acuático, el cual poco a poco fue secando la laguna porque esta planta consume gran cantidad de metros cúbicos de agua al año y se reproduce aceleradamente.
Plan de rescate. A juicio de Pérez, la laguna aún puede rescatarse si se cuenta con el interés ambiental y político y los recursos económicos para ese fin. La ambientalista Diana Betancur coincide en que se debe establecer un plan de manejo para este sistema lagunar. “Ello implica, previo diagnóstico, reglamentar el uso del suelo en la cuenca, desarrollar un plan de ordenamiento territorial, implementar un buen sistema de tratamiento de lixiviados en el relleno sanitario,
“DEBE DESARROLLARSE LA ZONA, PERO CON UN PLAN QUE PROTEJA TAMBIÉN ESTOS ECOSISTEMAS QUE YA SON POCOS”
Exalcalde de san Pedro
desarrollar un programa de saneamiento que incluya soluciones para el manejo de residuos, lodo y las aguas provenientes de actividades agropecuarias, entre otros”.
La incorporación de medidas de adaptación al cambio climático también es prioridad, asegura la ingeniera ambiental.
Inspección. El Ministerio Público hizo varias visitas a la laguna junto con otras instituciones, y de acuerdo con lo expresado por el vocero Elvis Guzmán, se está elaborando un informe para dar a conocer por qué se secó Jucutuma.
“Hay denuncias y se están investigando en este momento, pero ya se está trabajando al respecto”, dijo Guzmán.
La directora regional del Instituto de Conservación Forestal (ICF), Rosa María Hernández, recomienda activar un plan de manejo urgente en Jucutuma. “Esta laguna, contrario a la de Ticamaya, ubicada en Choloma, no es un área protegida, pero la Ley Forestal manda a preservar una faja de 100 metros del espejo del agua, y eso debería darse”, explicó la funcionaria. Al consultarle qué pasó con la laguna, Hernández contestó: “Se trata de una combinación de efectos del cambio climático y la actividad humana”. Mientras la investigación del Ministerio Público concluye, el espejo de agua se reduce más y más a la espera de un plan y de voluntad política para salvar la laguna.
ROBERTO LARIOS