Recomendaciones para prevenir el cáncer de mama
La American Cancer Society comunica nuevas guías técnicas Implementan una calculadora de riesgo para identificar a mujeres que se pueden beneficiar de medicamentos preventivos
SAN PEDRO SULA. La American Cancer Society (ACS) ha actualizado este año sus recomendaciones sobre dieta y actividad física para la prevención del cáncer en una guía que se publica en A Cancer Journal for Clinicians, la revista médica insignia de la ACS. Estas nuevas pautas aumentan los niveles recomendados de ejercicio y ponen un mayor énfasis en reducir el consumo de carne procesada y roja, bebidas azucaradas, alimentos procesados y alcohol.
Las recomendaciones actualizadas se basan en revisiones sistemáticas realizadas por la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer; el Fondo Mundial de Investigación del Cáncer / Instituto Americano para la Investigación del Cáncer; y los Departamentos de Agricultura y Salud y Servicios Humanos de los EEUU.
Incidencia. A pesar de que un porcentaje cada vez mayor de mujeres ahora sobreviven, la enfermedad todavía atemoriza a muchas mujeres. Afecta a una de cada ocho féminas y sigue siendo el segundo cáncer más mortífero. Estos hechos sugieren que se le debería destinar al menos la misma cantidad de tiempo a la prevención. Estudios a largo plazo realizados han destacado medidas que, si se adoptan de manera generalizada, podrían reducir de las probabilidades de que las mujeres lleguen a padecer cáncer de mama. Incluso las técnicas que ahora se usan para detectar un posible cáncer de seno pueden ayudar a identificar a las mujeres que podrían ser candidatas para medidas especiales de protección.
Cálculo. Desde 2019 se recomienda ya usar la Calculadora de Riesgo del Consorcio de Vigilancia del Cáncer de Mama (BCSC, por su sigla en inglés) para identificar a las mujeres que podrían beneficiarse de estos medicamentos.
Según la BCSC, a las mujeres se les deberían ofrecer medicamentos preventivos si se estima que tienen un riesgo del 3% o mayor de desarrollar cáncer invasivo del seno en los próximos cinco años, y también si es bajo el riesgo de que los medicamentos sean perjudiciales para ellas. El cálculo del riesgo se basa en cinco factores: edad; raza/origen étnico; historial familiar de cáncer de seno en madres, hermanas o hijas; historial de biopsias de mamas; y densidad mamaria. Pero la vida moderna se contrapone a los factores que se sabe reducen el riesgo de desarrollar cáncer de seno, y no todos los factores de riesgo conocidos son modificables, por lo que es de importancia que las mujeres adopten los que son capaces de
“Estudios realizados con medicamentos preventivos han mostrado una reducción moderada en el riesgo de desarrollar cáncer de seno” Lydia E. Pace Brigham and Women’s Hospital
practicar.
La característica que no puede modificarse es la edad, el mayor factor de riesgo para esta enfermedad, y las mujeres hoy viven 30 años más que hace un siglo. La pubertad empieza antes, conciben sus primeros embarazos a término completo más tarde, y algunas mujeres entran a la menopausia después del promedio. Todo lo anterior incrementa el número de años que los senos están expuestos a hormonas que propician el cáncer. También está la tasa elevada de sobrepeso y obesidad en niñas y mujeres adultas. La grasa corporal produce estrógeno y almacena contaminantes ambientales. La actividad física se relaciona con un riesgo reducido de padecer cáncer, y aun cuando las niñas y mujeres de hoy son más propensas que antes a practicar ejercicio, deben hacer su mayor esfuerzo para incorporar la actividad física.