Derrumbes arrasan con aldeas de Santa Bárbara
▶ El alud de tierra se llevó al menos 20 casas y dejó unos 70 afectados en la aldea Las Quebradas En la aldea Zapote Injerto también hubo destrucción de viviendas
SANTA BÁRBARA. “Sálganse, sálganse, que se vino el derrumbe”. Esas fueron las palabras de alerta de vecinos que hicieron salir de su casa a Juan Ranulfo Domínguez, quien salió de su hogar solo con lo que tenía puesto: la tierra se tragó todo. Domínguez es uno de los padres de familia que perdieron sus casas en la aldea Las Quebradas, de Santa Bárbara, donde un derrumbe destruyó alrededor de 20 viviendas y tiene otras amenazadas.
Juan Ranulfo Domínguez contó que el derrumbe no solo le llevó su casa, sino el terreno que con mucho esfuerzo había adquirido y en el que tenía sembrado café y plátano; también quedó sin su fuente de empleo. Ahora él junto con otras familias que quedaron sin sus viviendas y propiedades están damnificados y refugiados en una escuela o en las casas de algunos vecinos que se han solidarizado en la comunidad de Los Laureles. Para llegar a la aldea Las Quebradas se tiene que entrar por la carretera que conduce a El Mochito, Santa Bárbara, y tomar el desvío que conduce a Los Laureles.
Los vehículos de doble tracción pueden llegar hasta la aldea Las Quebradas, pero con riesgo porque un riachuelo aumentó su caudal y los vecinos temen más deslizamientos por tanta agua que tiene saturadas las montañas. Al llegar a Las Quebradas el peligro es evidente, la montaña aplastó las viviendas de las que sus habitantes salieron corriendo ante la alerta de otros vecinos que monitoreaban en la parte alta.
Los pobladores manifestaron que durante la tormenta tropical Eta cuatro casas fueron destruidas, pero los demás se quedaron porque no tenían para dónde irse. “Monitoreábamos cómo estaba la montaña, pero con la tormenta Iota se vino toda y destruyó las casa”, dijo otro de los afectados. La vivienda de doña María Engracia Martínez (de 80 años) es una de las que quedó al borde de ser llevada por el derrumbe y ahora que le dicen que la zona es inhabitable, se lamenta porque era lo único que tenía. Hijos y nietos de doña María Engracia vivían en la misma zona y también quedaron en la calle. Además de las casas, el alud de tierra se llevó la escuela rural mixta Cleofas Caballero, que tenía dos aulas.
Una de las aulas quedó destruida y en la otra solo se puede observar la tierra encima de los pupitres y del pizarrón.
Albergue. Los niños que asistían a la escuela ahora están alojados
“Nos hemos unido para ayudar a
los que perdieron sus casas con ropa, comida y albergue”
“ya No podré volver a mi casa,
quedó al borde del derrumbe que se llevó las otras”
en el Centro Básico José Cecilio del Valle de la comunidad de Los Laureles, donde hay más de 70 personas.
Nelsi Lara, maestra del centro básico, dijo que han acomodado a las familias y con ayuda de iglesias, vecinos y fundaciones les han proveído comida y ropa, pues las personas quedaron sin ninguna pertenencia. Otra de las aldeas en la que quedaron destruidas muchas casas es en Zapote Injerto, comunidad a la que tampoco se puede llegar en vehículos. El gobernador de Santa Bárbara, Ángel Paz, dijo que han llevado alimentos a comunidades que están incomunicadas a las que solo se ha podido llegar en helicóptero.
Agregó que hay aldeas del municipio de San Luis para las que tienen alimentos listos, pero ayer volaron y no lograron aterrizar. Indicó que la situación es difícil en muchas comunidades porque tienen derrumbes y han sufrido daños y destrucción de sus casas. Para la tormenta tropical Eta tenían 3,000 casas afectadas, entre esas hay 800 destruidas en todo Santa Bárbara. “Hemos hablado con el presidente Juan Orlando Hernández del caso de la aldea Las Quebradas y la municipalidad donará el terreno y el Gobierno construirá las casas”, afirmó el gobernador.
Cosecha. El departamento de Santa Barbara está golpeado no solo en su infraestructura sino también en sus cultivos de café, de los cuales la Cámara de Comercio de Santa Bárbara calcula pérdidas de hasta 400 millones de lempiras.
Los caficultores están preocupados porque muchas cosechas se perderán debido a que no pueden sacar los cargamentos de café por la gran cantidad de derrumbes que impiden el paso.
Santa Bárbara produce el 10% del total del café cosechado en Honduras y es uno de los cinco departamentos productores. Para hacer los cortes de café en las fincas tampoco hay trabajadores, pues han sido evacuados ante el peligro de deslizamientos por la saturación de agua.