Donald Trump aprueba la transición de gobierno a Biden
El presidente electo nombró ya sus primeros funcionarios de gabinete
WASHINGTON. El presidente Donald Trump dijo ayer que ya no se opone a que el gobierno ayude al equipo de transición de Joe Biden, la declaración en la que el mandatario ha estado más cerca de admitir su derrota en las elecciones presidenciales. Trump tuiteó que la Administración General de Servicios debería “hacer lo que sea necesario” luego de que la directora de la agencia, Emily Murphy, dijera que iba a iniciar el proceso, retrasado hasta el momento. Trump ha pasado las últimas tres semanas desde las elecciones del 3 de noviembre afirmando, sin ninguna prueba, que la victoria de Biden fue el resultado de un fraude. Murphy, que niega haber actuado bajo presión política, se ha negado hasta ahora a entregar al equipo entrante los fondos que su agencia administra.
Celebración. Joe Biden dio la bienvenida ayer a la liberación de la ayuda gubernamental para su equipo de transición, un paso que describió como crucial hacia “una transferencia de poder pacífica”.
La jefa de la Administración General de Servicios “ha confirmado al presidente electo Joe
Biden y la vicepresidenta electa Kamala Harris como los aparentes ganadores de las elecciones, proporcionando a la administración entrante los recursos y el apoyo necesarios para llevar a cabo una transferencia de poder tranquila y pacífica”, dijo Biden en un comunicado.
Gabinete. Biden, en su formación de gabinete, anunció ayer figuras claves en el que destaca la diversidad y caras conocidas de la Administración de Barack Obama (2009-2017), como el multilateralista Antony Blinken y el cubano-estadounidense Alejandro Mayorkas. Biden también designó al exsecretario de Estado, John Kerry, como enviado presidencial para el Clima y a Linda Thomas-greenfield como embajadora ante la ONU.
Biden destacó que los miembros de su gabinete son “experimentados” y que han probado sus cualidades “en situaciones de crisis” y que estarán abocados a la tarea de “reconstruir” las instituciones y renovar y reformular el “liderazgo estadounidense”.