Diario La Prensa

Saturación de suelos, la causa de los microsismo­s en Santa Bárbara

► Geólogo afirma que otro grave problema es que muchos pobladores están cultivando en laderas con muchas pendientes, las cuales están deforestan­do

- Roxana Rodríguez roxana.rodriguez@laprensa.hn

Microsismo­s debido a que los suelos están cargados de agua son los que se están sintiendo en las montañas de Santa Bárbara, causando zozobra en miles de habitantes de este departamen­to.

Los microsismo­s han provocado deslaves que sepultaron cientos de viviendas en comunidade­s enteras en noviembre pasado. Después del paso de las tormentas tropicales Eta y Iota que convirtier­on a Santa Bárbara en una de las zonas mártires del país, el peligro aún persiste en muchas comunidade­s que han quedado vulnerable­s.

Los microsismo­s están causando aberturas en la tierra dañando casas.

En la aldeas Río Chiquito, Brisas del Campo y Las Flores, en el municipio de Quimistán, los pobladores se vieron obligados a abandonar sus casas después de la tormenta Iota.

En la aldea La Reina, de Protección, un deslizamie­nto destruyó más de 300 viviendas dejando a sus pobladores en albergues, donde llevan más de un mes.

Comunidade­s como Las Flores, de Concepción del Norte, San José de Oriente, de Ilama, Los Baditos, de Peota, el barrio Abajo, de Santa Barbara, así como tramos en las carretera a Gualala, fueron destruidos por las crecidas de los ríos Chamelecón y Ulúa, así como por quebradas que arrasaron con la infraestru­ctura.

En el recuento de daños en el departamen­to de Santa Bárbara figuran 2,835 casas destruidas y 5,429 dañadas por los deslizamie­ntos en las montañas, que además dejaron incomunica­das aldeas y múltiples zonas productora­s de café y granos básicos.

Alto riesgo. El geólogo Aníbal Godoy, quien voluntaria­mente hizo un recorrido por varias aldeas de Santa Bárbara, afirmó que el suelo tiembla cada vez que está cargado de agua.

“Los microsismo­s se producen debido a la ruptura del suelo y la gente percibe esa vibración”. Godoy agregó que una de las zonas en las que hizo una inspección fue en San José de Oriente, donde después de que un ingeniero de la comunidad haga un levantamie­nto topográfic­o hará un estudio detallado para definir si la comunidad es habitable o no.

Añadió que en San José de Oriente fueron destruidas alrededor de 70 casas. Los daños son graves y el riesgo de más de

“EN MONTAÑAS DE SANTA BÁRBARA

HAY MUCHAS ALDEAS CON PROBLEMAS”.

“LAS ZONAS AFECTADAS

GRAVEMENTE YA NO SERÁN HABITADAS”.

“RESTABLECI­MOS EL SISTEMA DE

AGUA EN TODAS LAS COMUNIDADE­S DEL MUNICIPIO”

rrumbes es alto.

El geólogo explicó que el daño sufrido en esa comunidad y en otras de Santa Bárbara se debe a que están cultivando en laderas con muchas pendientes y se está deforestan­do para utilizar suelos fértiles que son profundos. “Al eliminar el bosque, el suelo se mueve con facilidad, pues tiene un alto contenido de arcilla”. Godoy aseguró que no se han producido fallas tectónicas, que son rupturas de grandes dimensione­s y profundida­des, las cuales Honduras tiene, pero que actualment­e no son problema porque casi todas están inactivas.

“Estas que estamos viendo son fallas geológicas, que es cuando la tierra falla, porque el suelo se ha abierto, agravado por la deforestac­ión” apuntó. Godoy señaló que otro de los problemas que ha contribuid­o a provocar los derrumbes es el crecimient­o poblaciona­l desordenad­o,

pues han construido muchas casas en las orillas de los ríos y quebradas, así como en pendientes de montañas. El geólogo también detalló que en zonas de Santa Bárbara, como Plancitos, San Luis Planes y El Sauce, el agua pasa por cavernas que en las montañas fueron tapadas por construcci­ones y como no dejaron por donde se filtrara, esta se fue por otros lados y causó las inundacion­es.

Inhabitabl­e. Erlinda Bobadilla, vicealcald­esa de Ilama, dijo que muchas comunidade­s quedaron varias semanas incomunica­das por culpa de los deslizamie­ntos.

“La comunidad de San José de Oriente está en la falda de la montaña La Nieve y la parte que fue destruida es inhabitabl­e, pero el resto no ha tenido problemas”, señaló Bobadilla. Copeco con técnicos, un geólogo y personal de la Municipali­dad de Lepaera, Lempira, hizo inspeccion­es para evaluar fallas geológicas en esa zona. Algunos geólogos han considerad­o hacer análisis de lo que sucedió en zonas como la aldea La Reina, de Protección, Santa Bárbara, donde resultaron destruidas 300 casas. La población se salvó porque se salió a tiempo.

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LEOPOLDO REGALADO Alcalde de Trinidad
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ERLINDA BOBADILLA Vicealcald­esa de Ilama
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ANÍBAL GODOY Geólogo

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