Maradona sufría trastornos hepáticos, renales y cardiacos, y consumía psicofármacos
La psiquiatra Agustina Cosachov y el cardiocirujano Leopoldo Luque están bajo la lupa judicial por su muerte
BUENOS AIRES. El legendario Diego Maradona sufría trastornos hepáticos, cardiovasculares y renales y consumía psicofármacos; pero no había signos de alcohol ni estupefacientes en los estudios histopatológicos y toxicológicos, informó la fiscalía que investiga su muerte ocurrida hace un mes, a los 60 años. En un comunicado, la Fiscalía de San Isidro dio a conocer los resultados de los análisis complementarios de la autopsia, ordenados para determinar si hubo negligencia, imprudencia o impericia en los tratamientos de salud.
Según el informe, Maradona sufría cirrosis, necrosis tubular aguda (trastorno renal), glomeruloesclerosis focal (insuficiencia renal), aterosclerosis (acumulación de grasas y colesterol en las arterias), cardiopatía isquémica (arterosclerosis de arterias coronarias) e hiperplasia arterial en nodo sinoauricular (cardiopatía).
Los análisis toxicológicos de las muestras de sangre y orina arrojaron resultados negativos en alcohol y estupefacientes, pero positivos en desmetilvenlafaxina (antidepresivo), quetiapina (antipsicótico atípico), levetiracetam (crisis convulsivas) y naltrexona (se usa en programas de tratamiento por dependencias). También se detectó metoclopramida (para síntomas de vaciado lento de estómago) y ranitidina
(para tratar úlceras). “Es tan importante lo que apareció como lo que no surgió de estos análisis de laboratorio, que a simple vista confirman que a Maradona le daban psicofármacos, pero ningún medicamento para su cardiopatía”, dijo un investigador a la agencia Télam.
La psiquiatra Agustina Cosachov y el cardiocirujano Leopoldo Luque
están bajo la lupa judicial por ser los dos profesionales que atendían al excapitán albiceleste. La autopsia practicada el día de su fallecimiento determinó que el Pelusa murió como consecuencia de un “edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardiaca crónica reagudizada, con una miocardiopatía dilatada”.