En auge conciertos en “streaming”
Se estima que BTS pudo recaudar más de $34 millones en octubre en sus dos conciertos “online” de pago
CALIFORNIA. No era un formato nuevo, pero el encierro impuesto por la pandemia del covid-19 impulsó en 2020 los conciertos en “streaming” a otro nivel, de conexiones caseras y gratuitas para levantar el ánimo de la ciudadanía a producciones colosales que demostraron que también podían hinchar el bolsillo de sus autores.
Ahí están las cifras: se estima que BTS pudo recaudar más de 34 millones de dólares en octubre tras reunir a cerca de 1 millón de espectadores en sus dos conciertos “online” de pago, mientras que el “Studio 2054” que Dua Lipa ofreció en noviembre rompió esas cifras al superar los 5 millones de visionados. La lista de artistas que se han sumado a este formato se amplía día a día: Kylie Minogue, Justin Bieber, Alejandro Sanz... Sin las limitaciones de aforo de un espacio físico, las audiencias se multiplican potencialmente a todo el mundo, especialmente en un momento de parálisis de la música en directo en el que este tipo de productos se convierten en un sucedáneo gustoso.
Radical. “La tecnología lo ha cambiado todo”, defiende Joe Pérez-orive, director de marketing de Live Nation Barcelona, al recordar que la práctica del falso directo y del retoque son casi tan viejos como la televisión.
En ese sentido, rememora cuando los Beatles emitieron su mítico “Concierto en la azotea” (1969) y tocaron Don’t let me down. “Añadieron capas, voces, arreglos y suavizaron el ruido del viento antes de emitirlo”, señala. “Se me hace difícil pensar en equipar estos espectáculos, que son interesantes y aprovechables, pero que son más bien un espectáculo audiovisual concebido con las normas propias de ese lenguaje, lo que incluye juegos de cámara, licencias como el sonido pregrabado y el playback”, señala Fernando Neira, prestigioso crítico musical en España.