Agenda 2021
Al iniciar el nuevo ciclo anual echemos una mirada a los próximos doce meses, aunque habrá que prolongarlo por años, pues los desafíos y los compromisos individual y colectivos rompen barreras y necesitarán varios calendarios para señalar urgencias y prioridades. No pasará aún a la historia el año terminado, pues son múltiples, frustrantes y dolorosos estos largos días de la pandemia y de los fenómenos naturales. Pero al mal tiempo, buena cara y en cada obstáculo, por grave que sea o nos parezca, se halla la oportunidad de ser protagonista.
1.- La reconstrucción del país constituye la prioridad sobre prioridades de tal manera que algunos con responsabilidades en la administración pública o en la dirigencia del sector privado quieran abarcar tanto y rápido que “apriete poco” y en este asunto el esfuerzo es de todos, sobre todo en las áreas de educación y salud, de los sectores productivos, de los profesionales de la infraestructura, lo político, si es partidista debe quedar relegado, muy difícil en este año donde la pugna por el poder condicionará y afectará los esfuerzos por “salir adelante”.
2.- Hace casi 20 años colocamos en la agenda lo siguiente: “Las obras del valle de Sula son prioritarias para la economía del país. Los daños causados periódicamente por las inundaciones superan con mucho la inversión a realizar, de aquí que en los próximos meses se han de iniciar los trabajos de protección en el valle y se han de concretar los proyectos de represas en las cuencas mediana y alta de los dos grandes ríos”. Dos décadas después con la tragedia aún en el valle, el reclamo es existencial.
3.- Salud y educación mantienen alerta roja que no debiera ser desatendida, pues basta analizar el costo humano en el área sanitaria y conocer las cifras de escolares, estudiantes y universitarios que dejaron las aulas, así como el gran esfuerzo de los profesionales de la enseñanza para adaptarse a urgentes exigencias para que 2020 marque un antes y un después.
4.- La lucha contra la corrupción, cuyos tentáculos se multiplican por la debilidad en el sistema de los operadores de justicia, es un gigantesco desafío en el que eliminar los colores partidistas y posición en la sociedad. Enfrentemos con decisión a los corruptos para no seguir echando combustible al fuego.
5.- En este inmenso y retador desafío con ambiente de supervivencia llega la lucha descarada y a cualquier precio por el poder en una campaña que ya ha comenzado a mostrar el rostro con señalamientos al nuevo censo electoral, pero será más visible a medida se acerca noviembre con ese domingo en que ojalá nos acostemos en santa paz. ¡Utopía!