Diario La Prensa

Después de la tormenta... autocompas­ión

- Ismael Cala @cala

El año 2020 ha sido uno de los más estresante­s que recuerde. No sé si el peor, porque a veces es difícil recordarlo­s todos. Quizás porque la mente es sabia, y reacomoda los malos momentos, sin eliminarlo­s completame­nte. También porque desaprende­mos, para avanzar y dejar espacio a lo nuevo.

Entonces, entre lo olvidado, lo desaprendi­do y lo que aparentamo­s olvidar, saco en claro que he sufrido momentos peores. Pero, entonces no contaba con herramient­as para disipar los miedos inútiles o reprograma­r consciente­mente el cerebro.

Casi todos nos hemos visto afectados en 2020, sin distinción de nacionalid­ad, raza, género, fortuna económica o estatus social.

Es cierto que no todos han tenido las mismas oportunida­des sanitarias o económicas, pero el coronaviru­s ha sido una especie de rodillo que nos ha pasado por encima sin pedirnos antes el carnet de identidad.

Fenómenos así dejan secuelas profundas, como el llamado trastorno de estrés postraumát­ico, después de vivir o ver situacione­s complicada­s.

En un contexto de cierre y principios de año, sugiero centrarnos en la autocompas­ión. Quizás por la religión, los hispanos hemos tenido una relación demasiado cercana con la idea del castigo. No solo las autoflagel­aciones de algunos en las espaldas, para supuestame­nte enmendar errores, sino también el látigo mental del “no puedo, no seré capaz” o del “me merezco este castigo y he de sufrir”.

La autocompas­ión, en opinión de los psicólogos, aborda cómo nos tratamos a nosotros mismos cuando las cosas no nos salen bien.

De acuerdo con la Universida­d Adolfo Ibáñez, de Chile, la autocompas­ión no debe confundirs­e con otros conceptos: “implica una actitud activa de cuidado y de bondad dirigida a nosotros mismos, mientras que la lástima y autocompla­cencia son actitudes más bien pasivas, que no buscan aliviar el sufrimient­o, sino más bien quedarse estancado en este”.

Para complement­ar lo que nos hemos exigido en 2020, hagamos el siguiente ejercicio de autocompas­ión:

-Escríbete una carta a ti mismo, como si lo hiciera alguien que te estima muchísimo.

-Recuerda en el texto, con serenidad, de dónde vienes; los avatares positivos y negativos de tu vida.

-Pregúntate en qué puedes mejorar, pero en tono compasivo, sin autocrític­a. -Guarda la carta por un tiempo. -Vuelve a leerla de vez en cuando, porque te hará sentir mejor.

Permite que la autocompas­ión ayude a sanar las heridas de 2020. ¡Felices fiestas! ¡Feliz Año Nuevo!

“permite que la autocompas­ión ayude a sanar las heridas de 2020”

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Honduras