Zidane contra Koeman, segundo asalto
Merengues y azulgranas se enfrentan en un duelo clave para quedarse con el título de Liga
MADRID. Al primer duelo en los banquillos entre Zinedine Zidane y Ronald Koeman llegó el técnico francés con la necesidad de extender su buena línea en el Camp Nou. Del primer asalto salió ganador, reforzado en una temporada de desgaste ante la obligación de continuas reivindicaciones. El segundo, mañana sábado, con un Barcelona más rodado, presenta un pulso de trascendencia. El clásico da una oportunidad de revancha a Koeman ante Zidane. Con más meses al mando, tras haberse ganado su continuidad con un trabajo valorado por sus jugadores y la nueva directiva encabezada por Joan Laporta. No haber dado con la tecla para evitar una nueva eliminación de ‘Champions’, marchándose de la competición en los octavos de final ante el PSG, no afecta a la continua recuperación en Laliga Santander. A un punto de la cabeza.
Con la oportunidad de asestar un doble golpe en el estadio Alfredo Di Stéfano. Al Real Madrid en su estadio, alejándole del pulso por el título e invitándole a centrarse en sus opciones en Liga de Campeones, y a la clasificación, asaltando el liderato para aumentar la presión a un Atlético de Madrid con bajas claves en su visita al Betis. A Koeman le sobró valentía en su primer clásico, pero le faltó reacción desde el banquillo en la lectura del partido, que ganó el Real Madrid por 1-3. Demostró que los galones con él no dependen de la edad y puso a jugar en una gran cita a los imberbes Pedri y Ansu Fati, en un momento del curso en el que Coutinho se imponía a Dembélé y Antoine Griezmann iniciaba en el banquillo uno de esos partidos que marcan. Pero su equipo se partió desde la falta de estabilidad en el doble pivote, sin soluciones Sergio Busquets ni De Jong a la sorpresa de Zidane en su once. La figura del uruguayo Fede Valverde vivió su gran momento. Imponiendo su físico, rompiendo líneas con conducción de balón, atacando la profundidad y aportando llegada con un gol que rompió el partido nada más iniciarse. Con la lección aprendida Koeman llegará a Madrid, con su equipo más descansado para salir a por la posesión y a hacer correr a un Real Madrid que viene de hacer un gran desgaste físico ante el Liverpool. Provoca que Zidane medite retoques tácticos. Porque enfrente tendrá a un Barcelona diferente, con un 3-5-2 que le ha dado estabilidad.
Es el mismo sistema al que recurrió Zidane para protegerse en las grandes citas y repetir la fórmula del éxito que le impulsó a la conquista de la última Liga. Encajar pocos goles y confiar en marcar gracias a la calidad de sus jugadores en fase ofensiva.