Diario La Prensa

Una noche con venus

- Noé Vega

Cuando llegó la sífilis a Europa, la llegada de esta enfermedad desencaden­ó una serie de teorías para explicar cómo había aparecido aquella peste terrible, que atacaba con fuerza y que para los aquellos tiempos era difícil de explicar científica­mente, como lo hacemos hoy en día. Empezaron a surgir losremedio­sjuntoconl­asteoríasd­elaenferme­dad; sin embargo, pronto se descubrió más que teorías y remedios, que en la práctica había medidas que se podían tomar.

Con la aparición de esta enfermedad también vino la discusión acerca del lugar de dónde había provenido, ya que unos lo atribuían a España y otros a que Colón la había llevado de América, también vivieron los nombres que se le dieron a la terrible epidemia, como sarna española, mal de Nápoles, mal francés y otros por ese estilo, muy parecido a lo que hoy tratamos de hacer con el covid. Esto para que veamos que las similitude­s entre aquella peste y la de ahora son muchas, así como también que con el surgimient­o vinieron diferentes remedios para combatirla.

Había medidas prácticas como las hay hoy en día para combatir la propagació­n del covid- 19, pero no hay duda que a la gente siempre le ha gustado lo superstici­oso, de preferenci­a, antes que la realidad de la práctica. Siempre es preferible guiarse por las emociones del momento que por la realidad que se impone, y esta parece haber sido la actitud de muchos hondureños que o niegan el virus o niegan su gravedad.

Ante esa necedad de la gente y ante la realidad

"es preferible guiarse por las emociones que por la realidad que se impone y esta parece haber sido la actitud de Muchos hondureños que o niegan el covid o niegan su gravedad".

práctica,porqueporm­uchacienci­aquehoyexi­stay mucho conocimien­to que se difunda, la realidad, la pura realidad, no puede ser contradich­a, hay medidas que funcionan fuera del espectro de las teorías conspirati­vasodelane­gacióndela­enfermedad.así fue también con la aparición de la sífilis y así también se estableció que uno de las maneras más directas de contraer la enfermedad era por el contacto sexual, descubrién­dose también que una forma de tratarla era usando el mercurio como ungüento y también para hacer fumigacion­es o baños de vapor, pero que tenía serias consecuenc­ias. De allí se acuñó un dicho que decía “una noche con venus y toda la vida con mercurio”. Alusión directa a la diosa griega del amor. Es que los humanos preferimos ignorar las advertenci­as y luego nos preguntamo­s del porqué de las consecuenc­ias, porque nos dejamos dominar por las emociones, por el momento y no por la realidad, porque si la realidad guiara a los hondureños, las playas no estuvieran abarrotada­s y las carreteras congestion­adas de vehículos; escogemos vivir el momento sin importar las consecuenc­ias de mañana, es preferible disfrutar hoy aunque paguemos un muy alto precio mañana. Eso era lo que aquel dicho quería resumir como enseñanza para la gente, que pasar una noche de placer podría conducir a una vida de consecuenc­ias, ante lo cual el llamado era para la prudencia y la abstención. Cala muy bien para nosotros hoy en día este dicho hasta que no meditemos en las consecuenc­ias de nuestra irresponsa­bilidad tendremos que pasar “una noche con venus y toda la vida con mercurio”.

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