ACTUALIDAD HONDUREÑA EN DEPORTES
El deporte hondureño sufre las consecuencias de la corrupción que campea a nivel gubernamental. Se han cumplido casi 16 meses desde que nuestro primer Complejo Deportivo José Azcona, conocido también como la Villa Olímpica, se encuentra inhabilitado para la práctica de disciplinas como el baloncesto, volibol, atletismo, natación, tenis de mesa, deportes marciales, etc. Se justificó su cierre en los primeros meses de la pandemia, pero con la llegada de las tormentas los directivos del país decidieron albergar a 70 familias de barrios humildes donde las personas perdieron sus hogares hace 8 meses. Los países normalmente tienen albergues para emergencias, pero Honduras no y, por culpa de eso, más de 500 nadadores que no tienen condiciones económicas para acceder a piscinas privadas no pueden practicar su deporte favorito. Las paredes del complejo se ven agrietadas, manchadas, la maleza crece sin control, los portones se encuentran desgastados y las instalaciones son ahora albergue de insectos y aves. Durante varios años junto con mi esposa acostumbrábamos correr en la pista de tartán un par de horas en la tarde junto con centenares de personas habituadas a esta saludable actividad. Ahora vemos por las peligrosas calles de Tegucigalpa, especialmente a partir de las cuatro de la tarde, a mucha gente, arriesgando ser atropelladas por vehículos en marcha. Entiendo que en este momento la prioridad es vacunar a la gente, pero se ha confirmado que durante 2020, en pleno sufrimiento y muerte de miles de compatriotas, el Gobierno de Honduras despilfarró 75,000 millones de lempiras en corrupción. La pregunta obligada es, siendo la Conapid un lugar donde se le da trabajo sobre todo a activistas políticos, ¿se les sigue pagando por no hacer nada? En forma paralela, el estadio Nacional, sede de los principales partidos históricos de nuestro fútbol, no se ha empezado a reparar, a pesar de que la Secretaría de Finanzas erogó 200 millones de lempiras hace año y medio y el paradero de este dinero tampoco se conoce. Ha pasado demasiado tiempo para continuar permitiendo este abuso en contra del deporte capitalino, que seguramente está ocurriendo también, con la excusa de la falta de fondos municipales, en otras ciudades del país.