Putin asegura que Rusia sigue abierta al diálogo con Ucrania
Las fuerzas rusas lanzaron ayer un potente ataque contra la acería de Azovstal, último reducto de la resistencia ucraniana en la devastada ciudad de Mariúpol
El presidente ruso Vladímir Putin le manifestó ayer a su homólogo francés, Emmanuel Macron, que Rusia sigue abierta al diálogo con Ucrania y pidió que se ponga fin al suministro de armas a Kiev, en una conversación telefónica, informó el Kremlin.
Al menos 10 personas murieron y 15 resultaron heridas ayer en el bombardeo ruso de una fábrica en Avdiivka, en el este de Ucrania. La guerra, que inició el 24 de febrero, deja ya al menos 16,000 soldados rusos muertos y unos 4,ooo ucranianos. Putin le expuso a Macron su visión sobre las negociaciones con los representantes ucranianos “haciendo hincapié en que pese a la inconsecuencia y falta de disposición de Kiev a trabajar seriamente, la parte rusa, como antes, está abierta al diálogo”, se afirma en un comunicado de la Presidencia rusa. Los mandatarios intercambiaron opiniones sobre la situación en Ucrania, el presidente ruso le informó a Macron de “la marcha de la operación militar especial para la defensa de las repúblicas del Donbás, incluida la liberación de Mariúpol y la evacuación de civiles de la planta Azovstal”. Se prestó atención, añade el comunicado del Kremlin, “al caso omiso que hacen los países de la Unión Europea a los crímenes de guerra que cometen los militares ucranianos, bombardeos masivos de ciudades y pueblos del Donbás, en los que mueren civiles”. Según la parte rusa, Occidente podría ayudar a poner fin a estos crímenes “influyendo de la debida manera en las autoridades de Kiev y cesando el suministro de armamentos a Ucrania”. La parte francesa, añadió la Presidencia de Rusia, manifestó su preocupación por los problemas que han surgido para garantizar la seguridad alimentaria global. Sobre este asunto, Putin subrayó que la situación se ha complicado fundamentalmente por las medidas restrictivas impuestas por los países occidentales . Más bombardeos en Mariúpol Las fuerzas rusas lanzaron ayer un “potente ataque” contra la acería de Azovstal, último reducto de resistencia ucraniana en la devastada ciudad de Mariúpol (sudeste), tras un alto el fuego que permitió la evacuación de un centenar de civiles. En ese puerto han muerto por lo menos 5,000 personas por los ataques rusos.
“Un potente ataque en el área de Azovstal se está llevando a cabo actualmente, con apoyo de blindados y tanques”, indicó Sviatoslav Palamar, subcomandante del batallón Azov, que defiende las instalaciones. Previamente, el Ministerio ruso de Defensa, citado por agencias rusas, había anunciado que “unidades del Ejército ruso y de la República Popular de Donetsk, utilizando artillería y aviones, comenzaron a destruir” las “posiciones de tiro” de los combatientes ucranianos que salieron de la planta. La “República Popular de Donetsk” es uno de los dos enclaves separatistas prorrusos de la región ucraniana del Donbás. Según el portavoz de las fuerzas armadas rusas, el batallón Azov “usó” el alto el fuego --que se había decretado para evacuar a los civiles de la acería-- para “tomar posiciones de tiro en el territorio y en los edificios de la fábrica”. El alto el fuego, anunciado el lunes, permitió evacuar, con el respaldo de la ONU y la Cruz Roja, a “101 civiles” del complejo metalúrgico, indicó Osnat Lubrani, coordinadora humanitaria de Naciones Unidas para Ucrania.
“ESTOY DISPUESTO A VIAJAR A MOSCÚ PARA HABLAR CON PUTIN Y TRATAR DE PONER FIN
A LA GUERRA” “SEGUIREMOS AYUDANDO A UCRANIA CON ARMAS, FINANCIACIÓN Y AYUDA HUMANITARIA”.