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ro de trabajo”.

Por su parte, Aida García, que trabaja en una tienda de ropa clasificada, compartió que aún con temor decidieron trabajar a medio vapor en horas de la tarde. “Estábamos encerrados y llegaron a golpearnos las cortinas. Teníamos mucho miedo, pero cuando las cosas se calmaron un poco decidimos dejar la cortina a la mitad para atender a las personas que llegaran”, indicó García.

Sin embargo, dijo que para ser realista no esperaban que llegaran muchos clientes luego de los disturbios ocurridos en la ciudad, por lo que manifestó que espera que “las partes involucradas puedan llegar a un

Los manifestantes aseguraron que su intención “no era afectar a los vendedores” y que solo buscaban apoyo para lograr que el alcalde Roberto Contreras se siente a dialogar acerca de la construcción del mercado que prometió durante su campaña electoral.

Tras los disturbios, un fuerte contingente de la Policía Nacional, el Comando Cobras y la Dirección Policial de Investigaciones resguardaban el Palacio Municipal. acuerdo”. Durante la protesta de ayer, varios locales sufrieron daños, por lo que los comerciantes temen que esta situación se prolongue y sean víctimas de vandalismo como en 2017, cuando algunos comercios de la ciudad sufrieron saqueos. Cerca de las 3:00 pm, algunos establecimientos como farmacias, restaurantes de comida rápida y tiendas de ropa comenzaban a abrir sus puertas, aunque tomando siempre sus precauciones. María Canales, encargada de una tienda de ropa en la 3 calle, expresó que se quedó atrapada cuando comenzaron los disturbios y apenas decidió salir cuando vio en las noticias que “las cosas ya se habían calmado”.

Añadió que antes de verse obligada a cerrar no había podido vender nada, situación que lamentó porque “tenía muchas esperanzas de que este fuera un buen mes” para su negocio, gracias a la venta de uniformes escolares, ya que “en febrero inician las clases en las escuelas públicas y los padres de familia se están preparando”. Minutos más tarde

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se pudo observar cómo poco a poco los compradores que se quedaron atrapados en el Pasaje Valle comenzaban a salir en busca de transporte para regresar a sus casas. Mientras que varias llantas, a las que los manifestantes prendieron fuego en el parque central, aún humeaban y el palacio municipal era resguardado por un fuerte contingente del Comando Cobras y agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) que llegaron a la escena en horas de la tarde.

El comercio al final de la tarde fue casi nulo, muchos cerraron sus tiendas con la esperanza de hoy poder trabajar.