Las violentas protestas en Perú contra Boluarte dejan 62 muertos
Las manifestaciones que exigen la renuncia de la presidenta se multiplican en todo el país. El papa Francisco pide el cese de la violencia y anima al diálogo con el Gobierno
LIMA. Nuevos enfrentamientos se produjeron el fin de semana en medio de las manifestaciones en Lima y en otras regiones del país contra la presidenta Dina Boluarte, que no dan tregua pese a las decenas de muertes que dejan desde su inicio en diciembre. Dos personas murieron el sábado en los choques en la localidad de Virú, en la región norteña de La Libertad, confirmaron fuentes policiales, lo que eleva a 62 los fallecidos.
Una de las víctimas tenía 23 años y murió en una de las carreteras que fue escenario de enfrentamientos entre las fuerzas del orden y manifestantes, mientras que la segunda víctima mortal era un peruano de 54 años que murió tras no aceptar la exigencia de pagar un soborno para poder atravesar un paro, reportaron fuentes policiales a medios locales.
Estas dos muertes se suman a la de una mujer y un bebé nonato que falleció este jueves, por lo que son al menos cuatro los decesos en Virú, donde, desde el 16 de enero hasta la fecha, los manifestantes bloquean la carretera y enfrentamientos a las autoridades.
Fuentes policiales detallaron a la emisora RPP que Nixon Sánchez, de 23 años, fue trasladado a instalaciones hospitalarias sin signos vitales, tras haber participado en enfrentamientos con fuerzas del orden, y Herbert Alex Sánchez, de 54 años, era chófer de un camión y recibió un disparo de bala en el pecho, hecho que está en investigación. Las manifestaciones que piden la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y el cierre del Congreso también causaron bloqueos y enfrentamientos alrededor del aeropuerto de Arequipa, la segunda ciudad del país e incendios a una comisaría e instalaciones bancarias en Ilave, localidad ubicada en el sureño departamento de Puno, en las que 10 personas resultaron heridas. En Lima, un gran operativo policial derribó con una tanqueta la puerta de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) para desalojar y posteriormente detener a unos 200 estudiantes y manifestantes que se encontraban en el campus para participar en las marchas antigubernamentales.
Las protestas iniciaron tras la destitución y detención del presidente Pedro Castillo el 7 de diciembre después de que intentara disolver el Congreso.