Ejecutan allanamientos para dar con responsables de asesinato de hermanos
Policías detuvieron a dos hombres, quienes posteriormente fueron puestos en libertad, ya que no se les vinculó al caso
SANTA ROSA DE COPÁN. Al menos cinco allanamientos de morada ejecutaron agentes policiales en Corquín, Copán, en busca de indicios que contribuyan a esclarecer el asesinato de dos hermanos que fueron ultimados con saña en su casa de habitación en ese mismo municipio. El informe preliminar de la Policía Nacional establece que los allanamientos se ejecutaron en la colonia San Francisco, en Corquín; no obstante, no se obtuvieron resultados para avanzar en la investigación del crimen en contra de los hermanos Josué
Daniel (de 16) y Elsa Nohemí Orellana Rodríguez (de 23) el pasado 6 de enero.
Mario Madrid, portavoz de la Unidad Departamental de Prevención de Copán, informó que se requirió a dos hombres que fueron trasladados de Corquín a Santa Rosa de Copán para investigación, pero posteriormente fueron dejados en libertad.
Madrid informó que a los aprehendidos “no se les vincula directamente con ese caso”. El portavoz informó que el homicidio de los hermanos Orellana Rodríguez está bajo investigación y hay equipos especializados de la Policía en la zona. “Corquín está intervenido con muchísima presencia policial en entradas y salidas del municipio y sin dejar a un lado la investigación. Los equipos están trabajando”, agregó.
Se informó que las víctimas fueron despojadas de un teléfono celular y 4,400 lempiras, por lo que no se descarta como móvil del crimen que hayan sido víctimas de robo.
Hipótesis. Los hermanos Josué Daniel y Elsa Nohemí, quienes eran hijos del pastor evangélico Arturo Orellana, fueron hallados muertos el pasado sábado en su casa de habitación. Fuentes policiales informaron que los cuerpos de los hermanos hallados sin vida en el barrio Buenos Aires de Corquín estaban boca bajo en un colchón, con las manos atadas hacia atrás y presentaban heridas de arma de fuego y punzocortante.
Las víctimas fueron despojadas de un teléfono celular y 4,400 lempiras.