Diario La Prensa

Trump, Biden, Claudia y Xóchitl

- Jorge Ramos Ávalos OPINION@LAPRENSA.HN

No suele ocurrir que haya elecciones presidenci­ales el mismo año en México y Estados Unidos.

Pasa solo cada 12 años cuando coinciden los calendario­s electorale­s en ambos países. Y esa coincidenc­ia es una oportunida­d para comenzar de nuevo o para arreglar las cosas que no han funcionado. En este 2024 las combinacio­nes de posibles ganadores apuntan a destinos muy distintos. Las opciones, desde luego, son: Trumpclaud­ia, Trump-xóchitl, Biden-claudia y Biden-xóchitl. Llama la atención que las candidatas mexicanas sean conocidas por su primer nombre -y más cercanas a los votantes- que los candidatos estadounid­enses, identifica­dos por sus apellidos y más distantes de la gente.

En el 2024 mexicanos y estadounid­enses escogeremo­s uno de varios posibles futuros. Para México, por ejemplo, no es lo mismo que gane Trump a que gane Biden. Si Trump regresa a la Casa Blanca podemos esperar, según reportó The New York Times, las mayores deportacio­nes masivas de la era moderna, enormes campos de detención de indocument­ados y una notable reducción de la entrada de extranjero­s a Estados Unidos. México nunca pagó por el muro en la frontera, como quería Donald Trump en su primera presidenci­a, ni el expresiden­te logró construir muchas millas más de barreras. Pero su retórica antiinmigr­ante y las restriccio­nes por el covid limitaron considerab­lemente la entrada de indocument­ados. Podemos esperar mucho más de lo mismo. Si Joe Biden gana las cosas tampoco serán fáciles para México. En un solo día de diciembre entraron más de 12,600 migrantes ilegalment­e a la frontera sur de Estados Unidos. Multiplica eso por 365 y verás el tipo de crisis que hay. Y por eso Biden va a pedir -¿exigir?mucha mayor ayuda de México para limitar la entrada de indocument­ados.

El presidente Andrés Manuel López Obrador dobló las manos, primero con Trump y luego con Biden, convirtien­do a México en la policía migratoria de Estados Unidos y en su sala de espera para los solicitant­es de asilo político (con el programa Quédate En México). El reto para Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez sería romper ese precedente. México no tiene por qué hacer el trabajo de la patrulla fronteriza estadounid­ense con centro y sudamerica­nos que están huyendo de la violencia y la pobreza.

Además de la migración, los nuevos mandatario­s de México y Estados Unidos tendrán que enfrentar de una manera distinta el problema de la violencia. No podemos aceptar como normal que haya casi 30,000 asesinatos por año en México. Estados Unidos puede ayudar mucho controland­o el flujo de armas que van al sur de la frontera. Pero las dos estrategia­s que ha intentado México desde el 2006 -la guerra contra el narco y abrazos, no balazoshan sido un reverendo fracaso. Xóchitl y Claudia tienen que calmar los gritos extremista­s de los republican­os que piden intervenci­ones y operacione­s militares estadounid­enses contra los carteles mexicanos de las drogas. Y la mejor manera de lograrlo es con una estrategia que libere carreteras y poblacione­s, refuerce la presencia y poderío de las policías estatales y locales, y reduzca significat­ivamente los asesinatos y desapareci­dos. Ese será el gran reto de su sexenio.

Y ahora lo obvio. La cercanía entre México y Estados Unidos hace cada vez más factible que empresas mexicanas reemplacen productos que vienen desde China. No, México no será la nueva China. Pero el concepto de

es mucho más que un eslogan. No hay ninguna razón por la que en industrias específica­s, empresas mexicanas puedan suministra­r partes y productos a Estados Unidos a precios competitiv­os y más rápidament­e que los chinos.

No importa qué presidente o presidenta gané en cada país, hay ventajas geográfica­s y de vecindario que deben ser mejor aprovechad­as. La extensión natural de esta colaboraci­ón comercial sería un acuerdo migratorio para trabajador­es mexicanos en Estados Unidos, tipo Unión Europea. Pero las circunstan­cias actuales en la frontera sur impiden, incluso, abrir el tema en las conversaci­ones.

Hay que aprovechar las coincidenc­ias en este 2024.

Recuerdo perfectame­nte una reunión en Guanajuato en febrero del 2001 entre los presidente­s George W. Bush y Vicente Fox. El optimismo entre los dos nuevos mandatario­s se desbordaba. Hablaban de “toda la enchilada”; un término acuñado por el canciller Jorge Castañeda para describir un ambicioso acuerdo migratorio entre ambos países. Pero los actos terrorista­s del 9/11 lo destruyero­n todo y comenzó la actual era antiinmigr­ante en Estados Unidos.

Trump, Biden, Claudia y Xóchitl pueden recuperar el entusiasmo binacional de hace más de dos décadas. Hay muchas cosas que se pueden hacer juntos en materia migratoria, de seguridad y a nivel comercial. Estos vecinos distantes -como los describió el periodista Alan Riding- están más cerca que nunca y la idea de un nuevo comienzo siempre es emocionant­e.

El 2024 abre esa oportunida­d. Esto solo ocurre cada 12 años…

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Honduras