Giammattei deja gestión marcada por supuesta corrupción
El mandatario saliente de Guatemala se “blinda” contra procesos judiciales al pasar a ser diputado del Parlacen
CIUDAD DE GUATEMALA. El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, entregará este domingo la batuta de la nación al mandatario electo, Bernardo Arévalo, después de cuatro años marcados por acusaciones de corrupción y persecución judicial a sus rivales; pero “blindado” de cualquier proceso judicial hasta 2028 debido a que pasará a ser diputado del Parlamento Centroamericano. Giammattei sale del poder con una baja aprobación popular y con una administración que no logró cumplir con sus promesas de campaña sobre corrupción e infraestructura.
En sus últimos días de gestión, Giammattei dio su visto bueno a un presupuesto estatal con candados que perjudica a su sucesor y aprobó un decreto para otorgarles seguridad y vehículos a sus ministros durante 5 años.
Una de las tachas más notables de su gestión es que en 2022 decidió renovar el mandato al frente al Ministerio Público de Consuelo Porras Argueta, quien en los últimos cinco meses ha intentado anular los resultados de las elecciones. En un discurso en la Organización de Estados Americanos (OEA), Giammattei se desmarcó de la persecución judicial del Ministerio Público contra Arévalo, alegando que en Guatemala existe “separación de poderes” y criticó que la comunidad internacional culpara “sin fundamento” a su gobierno. Durante su administración, más de 30 fiscales y jueces se exiliaron tras denunciar persecución política en su contra. Junto a esto, su Gobierno se vio opacado por señalamientos de mal manejo de fondos para la atención de la pandemia del covid-19.