Arévalo promete rescatar a Guatemala de la “corrupción”
El nuevo presidente logró ser investido tras fallido boicot del Congreso saliente que retrasó por más de diez horas la toma de posesión. Inicia nueva era para transformar el país
CIUDAD DE GUATEMALA. El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo de León, fue investido la madrugada de ayer después de una jornada llena de incidentes y de varios meses de incertidumbre, en los cuales el Ministerio Público intentó evitar a toda costa su llegada al poder.
La toma de posesión estaba programada para la tarde del domingo, pero se atrasó más de 10 horas y varios jefes de Estado, entre ellos el rey de España, Felipe VI, dejaron el país sin poder presenciar la ceremonia. Arévalo de León, un académico de 65 años que simboliza la lucha contra la corrupción, fue investido como jefe del Estado al término de una jornada en la que estuvo en riesgo la cesión de poder debido a que el Congreso saliente demoró de sobremanera algunos procedimientos legales de rutina.
Dicho retraso tenía como intención un “golpe de Estado”, como señalaron algunos diputados, y tal y como había advertido el mismo Arévalo de León el 1 de septiembre pasado, cuando acusó a la fiscal y jefa del Ministerio Público, Consuelo Porras, de querer evitar su investidura. Arévalo de León ganó las elecciones presidenciales de 2023 de la mano del partido progresista Movimiento Semilla.
En su discurso de investidura en el teatro, el nuevo mandatario prometió rescatar al país de la
“corrupción” y la “impunidad”. Pero reconoció que enfrentará “desafíos monumentales” para erradicar la corrupción que ha “permeado” al país, y está enquistada en los poderes del Estado, alimentándose de gobierno en gobierno. “Debemos superar obstáculos significativos para liberar al Estado de aquellos que lo han capturado durante años, utilizándolo como botín propio”, señaló.
Visita a militares. Arévalo pasó revista ayer a las tropas como comandante en jefe, por primera vez en la Plaza de la Constitución, en el centro de la capital, y no en una instalación militar. En su mensaje a los militares, resaltó el compromiso del Ejército, en un pasado no muy lejano autor de golpes de Estado y violaciones de derechos humanos, de respetar la voluntad del pueblo en este “periodo sombrío”.
Encabezada por la fiscal general Consuelo Porras con el apoyo de jueces, la arremetida incluyó intentos por retirar a Arévalo su inmunidad, desarticular su partido y anular los comicios argumentando anomalías electorales.
Según analistas, los corruptos infiltraron el Congreso, el poder judicial, el Ejecutivo, alcaldías... “Es un monstruo de mil cabezas”, dijo Jordán Rodas, exprocurador de Derechos Humanos, exiliado en Washington. El mandatario tiene el desafío de que su propio equipo no caiga en corrupción. “Su gobierno y diputados estarán bajo un fuerte escrutinio público”, dijo el activista Jorge Santos. El apoyo internacional seguirá siendo vital. La ONU y el presidente Joe Biden lo felicitaron tras la toma de posesión.