Machado desafía a Maduro y busca competir en las presidenciales
La candidata opositora fue inhabilitada por el Supremo para participar en las elecciones de este año, un fallo que deja sin rival al mandatario socialista que busca la reelección
CARACAS. La líder opositora venezolana María Corina Machado aseguró ayer que competirá en las presidenciales de este año como candidata del mayor bloque antichavista, pese a la sentencia publicada el viernes en la que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ratificó que está impedida para participar en comicios hasta 2036. “Quiera o no quiera (el presidente venezolano, Nicolás) Maduro, se va a medir conmigo y lo vamos a derrotar en elecciones presidenciales”, dijo ante periodistas la exdiputada liberal, que des- cartó la posibilidad de que alguien la sustituya como candidata de la opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD). Recordó su triunfo en las primarias del pasado 22 de octubre, cuando arrasó con el 92,35 % de los votos, lo que le otorga -subrayólegitimidad para competir en los comicios de este año, aún sin fecha definida, en los que el chavismo asegura que Maduro buscará su tercer sexenio en el poder.
“No pueden hacer elecciones sin mí (...) yo represento la soberanía”, remarcó la opositora, quien expresó que la resolución del TSJ -que calificó como un acto de “delincuencia judicial”- se “le va a revertir” al chavismo.
“No vamos a parar, vamos a arreciar los planes (...) tenemos jugadas muy bien pensadas para superar una a una todas estas trabas que se pongan por delante, les aseguro que se van a sorprender”, sostuvo.
La delegación opositora en la mesa de negociación exigió que la decisión fuera revertida, y adelantó que denunciaría la situación ante Noruega.
Machado insistió en que el chavismo sabe que perderá las votaciones, por lo que cree que la “mejor opción” para este sector político, en el poder desde 1999, es una negociación política que permita un cambio pacífico en el Gobierno.
Maduro, en el poder desde 2013, aparece como candidato natural a la reelección.
La Unión Europea por su parte se mostró “muy preocupada” por la decisión de la máxima corte, que “impide que miembros de la oposición ejerzan sus derechos políticos fundamentales” y no hace sino “socavar la democracia y el Estado de Derecho”.