Honduras es el segundo país con más carros en la región
Los hondureños resuelven el problema del transporte, pero impactan el ecosistema con consecuencias catastróficas, aseguran ambientalistas
SAN PEDRO SULA. Honduras, después de Guatemala, es el segundo país de Centroamérica con más vehículos en las calles, lo cual, además de tener una importante fuente de contaminación del aire de las ciudades, genera fuga de divisas por mayor importación de derivados del petróleo. Guatemala cuenta con un parque vehicular de aproximadamente 5.2 millones, el de Honduras supera los 2.9 millones y el de Costa Rica es de 2.8 millones. El Salvador cuenta con más de 1.7 millones y Nicaragua más de 1.1 millones, según registros de los diferentes gobiernos.
Para Honduras, el segundo país más pobre de América Latina después de Haití, tener una flota vehicular considerable representa una presión para la economía porque le extrae dólares para pagar el saldo de la factura petrolera. El año pasado, según el Banco Central de Honduras (BCH), el saldo de la factura petrolera hasta noviembre de 2023 contabilizó $2,405.2 millones, inferior en $106.7 millones respecto a igual lapso de 2022, gracias a la caída de 18.3% de los precios internacionales de los carburantes. De enero a noviembre de 2023, el país importó 24,849,992 de barriles de carburantes a un precio promedio de $96.79, en 2022 compró en igual período 21,206,649 de barriles a un precio promedio de $118.45 y en 2021, 20,689,689 de barriles a un precio promedio de $77.63. El saldo de la factura petrolera está compuesto por carburantes para vehículos y para el sector energético.
Del total de barriles, el año pasado, Honduras importó más de 7.3 millones de barriles de gasolina (superior y regular), 7.2 (diésel); más de 6.8 millones de búnker, 2.9 millones de barriles de LPG y 588 mil barriles de kerosene.
Ramón Hernández, quien todos los días viaja de San Pedro Sula a La Lima después de las 5:00 de la tarde, cree que “quienes se favorecen con que Honduras tenga más carros son las compañías dueñas de las gasolineras”.
“La gente está comprando carros porque no hay un buen sistema de transporte, pero entre más carros hay, hay más congestionamiento. Al haber congestionamiento, se arman enormes filas en las calles y los carros están más tiempo con los motores prendidos consumiendo combustible. El perjudicado siempre el es ciudadano”, dijo.
Repercusiones. Ambientalistas consultados por Diario LA PRENSA consideran que con más automóviles, los hondureños logran resolver el problema del transporte que está asociado con un pésimo sistema público (buses en mal estado), desorden vial e inseguridad ciudadana por la existencia todavía de altos niveles delictivos.
Julio San Martin, biólogo de Coral Reef Alliance en Honduras, advierte que el aumento del parque vehicular causa un aumento de uso combustibles fósiles “los cuales provocan el calentamiento global, aumento de la temperatura, como ocurrió el año pasado, el blanqueamiento del coral” en el mar Caribe. “Cada año la situación es más grave. Hay muchas ciudades en el país, como Tegucigalpa, que sobrepasaron el nivel de sostenibilidad. Además, estamos viendo muchos carros, que por haber prestado la vida útil, están siendo depositados en lugares que no son apropiados. Son un foco de contaminación”, dijo.
Explicó que a los océanos “están llegando más llantas y también están siendo afectados por los aceites de vehículos que llegan a los ríos y finalmente al mar. El aumento de vehículos afecta todo el ecosistema”.