Pescadores
En río revuelto las ganancias enfilan o intentan dirigirse por la propia fuerza de las aguas hacia los pescadores que esperaron el momento oportuno, hacia aquellos cuya experiencia les permite iniciar, esperar y aprovechar. Toda una cadena de hechos con ruta establecida para mejorar las condiciones personales o de grupo para las faenas en las agitadas corrientes. En estos últimos días se han ido precipitando hechos, con antecedentes conocidos, que marcan la ruta y evidencia el paso más acelerado porque el calendario no deja de correr. En la Corte Suprema de Justicia la polémica se halla en la rotación de la coordinación en las cuatro salas, aunque la mirada estaba, en principio, en la Sala de lo Constitucional, como condición indispensable para lo que pudiera venir.
A ello se ha sumado en las últimas horas la iniciativa presentada por el diputado oficialista Ramón Barrios para reformar el artículo 272 de la Constitución de la República y eliminar la potestad de las Fuerza Armadas en vigilar la alternabilidad en el poder. Nadie ha puesto en duda el derecho del diputado a presentar libremente iniciativas. No es ese el núcleo de la cuestión que gira más en circunstancias muy propias del ambiente político partidista. Las reacciones inmediatas han dejado claramente el panorama, pues desde la cercanía de la Presidencia se ha marcado distancia y no es para menos si tratan de “acabar con las suspicacias generadas”, expresión utilizada por la titular de la Corte Suprema al referirse a su problema interno. Difícil que las sospechas desaparezcan por aclaraciones inmediatas, habrá que esperar el futuro cercano.
“Esa iniciativa no fue conocida por la presidenta Xiomara Castro ni por la dirección del Partido Libre y no la compartimos”, es la literal declaración del asesor presidencial Manuel Zelaya que no atenta contra el derecho del parlamentario, pero que sí traza la ruta para mantener la decisión de partido a la hora del debate y votación en el parlamento. Que no nos salgan con aquello de “donde dije digo, digo Diego”.
No sigan revolviendo las aguas, no echen más leña al fuego, enfóquense en asuntos que contribuyan al bienestar, al mejoramiento de la calidad de vida de los hondureños y al diálogo y entendimiento que fortalezca la situación social en nuestro país. ¿No hay diputados surgidos del ambiente laboral, conocedores por su militancia y dirección en sindicatos, que puedan presentar iniciativas para la creación de empleo y estabilidad en la familia? Claro, que el cuello de botella en la presidencia del Legislativo marca otras prioridades, no entendimiento y consenso para el progreso de nuestro país. Las agitadas aguas son ambiente propicio para expertos pescadores que echan sus redes con premeditación y ventaja.