La lonchera: por qué debe ser nutritiva y muy apetitosa
Permitir que ellos se marchen a la escuela en completo ayuno no es recomendable
REDACCIÓN. Regresaron las clases y con ellas el dolor de cabeza de muchas mamás que no saben qué prepararles de merienda a sus pequeños. La clave está en la variedad y la buena presentación. Una dieta sana y equilibrada para un niño/a debe estar constituida por alimentos variados y adecuados a la edad, gustos, hábitos y actividad física e intelectual del infante. Para que el aporte calórico sea adecuado se debe considerar el peso normal del pequeño, a fin de evitar tanto la malnutrición como la obesidad. La dieta debe proporcionar un 60 por ciento de hidratos de carbono, 15 por ciento de proteínas y 25 por ciento de grasas. “La base de una buena alimentación está asegurada consumiendo diariamente alimentos de los cinco grupos que componen la pirámide alimentaria”, señala Carbajal.
Todo niño/a que permanece largas horas en la escuela debe disponer de alimentos saludables que le brinden una adecuada alimentación. Es una maravillosa oportunidad para que aprendan las cosas básicas sobre la selección de los alimentos que contribuyen a su bienestar físico y mental y para que los padres establezcan buenos hábitos alimentarios en ellos, desde la infancia.
Recomendaciones. Lo primero es promover la participación del infante en la selección del menú, aprovechando esto para enseñarle a escoger entre los tres grupos básicos de alimentos. Es esencial tomar en cuenta la edad del niño. Elabore alimentos fáciles de masticar y manipular y trate de que el menú sea atractivo, apetecible y nutritivo. Evite darles dinero para salir del paso y no incluya refrescos de botella o con alto contenido de azúcar. No es aconsejable ofrecerles bebidas energizantes, chocolates, churros y papas con saborizantes artificiales. Permitir que ellos se marchen a la escuela en completo ayuno no les favorece porque pasan mucho tiempo desde su llegada hasta la hora de la merienda. Se debe dar preferencia a los jugos naturales elaborados con frutas de la temporada. Haga sus compras semanalmente, evitando así el desabastecimiento y la repetición.
Vitaminas y minerales. La comida para los infantes debe ser atractiva y vistosa. No sirve de nada que la merienda sea nutritiva si no llama la atención. Asegúrese de que la merienda contribuya nutritivamente a la dieta. Debe contener nutrientes básicos como vitaminas, hierro y calcio.
Los expertos en nutrición recomiendan hacer tres comidas principales al día: desayuno, almuerzo y cena y dos meriendas para mantener la energía entre horas. Niños y adolescentes son los que necesitan tomar alimentos más a menudo. Una de las razones es que sus estómagos son demasiado pequeños para contener gran cantidad de comida y la otra es que por su incesante actividad y su desarrollo precisan una nutrición cuidada y suficiente.
En niños y adultos, el descenso del nivel de glucosa en la sangre produce cansancio y, por lo tanto, un menor rendimiento. Se sufre, entonces, de falta de concentración y fatiga. Para que esto no suceda trate siempre de agregar una fruta a todas las meriendas escolares de su pequeño.