Sobrecargados
¿Por qué cargamos con tantas cosas las personas? A veces pienso que definitivamente una buena mayoría de esas cosas no las necesitamos. Es que solo hay que ver la de cosas que salen de una habitación cuando la limpiamos a fondo, por ejemplo, bien dicen que “nadie sabe lo que tiene hasta que limpia su cuarto”. Y ni que decir de cuando hacemos una mudanza. Toda clase de trastos salen de aquí, de allá y aquello parece interminable. Y conste que no estoy hablando de acumuladores, porque esa sería otra historia.
Hemos visto en la televisión unos casos increíbles de gente que se dedica a eso; a acumular, que no se deshace de nada y bueno, por lo general se meten en problemas con vecinos que se quejan por olores desagradables y quién sabe qué tanto más.
Si revisamos nuestro garaje, contamos nuestros pares de zapatos o las piezas de ropa que no nos ponemos desde hace ya varios años, le echamos un cuidadoso vistazo al refrigerador u observamos con atención nuestras maletas de viaje, seguro descubrimos una gran cantidad de inutilidad en todo ello. Ni siquiera los altos precios que las aerolíneas cobran hoy en día por equipaje, evita que la gente viaje sobre cargada.
Todavía y hasta hace poco, las mujeres llevábamos la delantera en esto a los hombres, pero
“NI SIQUIERA LOS ALTOS PRECIOS QUE LAS AEROLÍNEAS COBRAN HOY EN DÍA POR EQUIPAJE, EVITA QUE LA GENTE VIAJE SOBRECARGADA”
de un tiempo para acá, hasta ellos andan cargando con mochilas, carteras, maletines etcétera, a diario. Y si les preguntamos dirán que todo eso, lo necesitan. Como cuando nosotras vaciamos nuestros bolsos que ya pesan como si lleváramos piedras, con más contenido que la cartera de Mary Poppins, solo para volver a meter todo de vuelta, porque es que, “todo lo necesitamos”. Lo más que logramos tirar de ahí será algún insignificante recibo o el envoltorio de un dulce, nada más. Y volviendo a los del sexo masculino, me parece a mí que se están poniendo a la par nuestra con respecto a las compras, ya no es de mucho sorprenderse que en los sofás de los centros comerciales encontremos más mujeres que hombres, esperando a su pareja que va de tienda en tienda.
Y bueno, es posible que detrás de este consumismo que nos está absorbiendo haya algunas cosillas ocultas (hasta de nosotros mismos) en nuestra mente, que nos hace acumular, comprar sin necesidad, cargar con lo que no necesitamos y negarnos a deshacernos de lo que ya no queremos. Si prestamos un poco más de atención, podríamos encontrar la relación entre este comportamiento hasta cierto punto inofensivo y la manera en que estamos manejando nuestra vida y si reparamos un poco más, también encontraremos la explicación, seguro que sí…